El satélite ruso Cosmos 2553 parece estar fuera de control en el espacio, lo que podría ser un revés significativo para los esfuerzos de Rusia en desarrolar armas espaciales, en particular las relacionadas con las capacidades de destrucción de satélites enemigos, informa Reuters.

Las autoridades estadounidenses, que han estado monitoreando este satélite clave, sospechan que está vinculado a un programa de armas nucleares antisatélite, aunque Rusia ha negado estas acusaciones, describiendo la misión del satélite como un experimento de investigación.

Lanzado en febrero de 2022, semanas antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el Cosmos 2553 ha centrado la atención internacional debido a su aparente rol en el desarrollo de armas nucleares capaces de destruir satélites. 

El satélite, que se cree que realiza pruebas de radiación y labores de inteligencia para Rusia, ha estado operando en una órbita peculiar, a unos 2.000 km de la Tierra, en un área que normalmente evitan los satélites de comunicaciones y observación debido a la alta radiación cósmica.

Un satélite conflictivo

Desde su lanzamiento, el Cosmos 2553 ha mostrado diversos problemas. Según los informes de empresas de seguimiento espacial como LeoLabs y Slingshot Aerospace, el satélite ha experimentado varios episodios de giro errático durante el último año. 

En noviembre de 2023, LeoLabs detectó movimientos inusuales en la nave a través de radar Doppler, y en diciembre de ese mismo año, se llegó a la conclusión de que el satélite podría estar en proceso de fallar, basado en datos adicionales e imágenes ópticas. Esta evaluación se ha reforzado con más observaciones, lo que sugiere que el satélite ya no está operativo.

El Comando Espacial de EEUU ha confirmado que ha estado monitoreando el cambio de altitud de Cosmos 2553, aunque se ha negado a proporcionar detalles adicionales sobre su estado actual. Mientras tanto, Slingshot Aerospace, que ha seguido al satélite desde su lanzamiento, observó que el brillo de la nave espacial se variaba, lo que indicaba una posible caída, aunque en las últimas observaciones, parece que ha logrado estabilizarse.

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