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El submarino español que vigilan las grandes potencias pasa del éxito a la decepción

El submarino español que vigilan las grandes potencias pasa del éxito a la decepción

Supone un duro golpe aunque consideran que se trata de un paso más en la consolidación de España como referente en la insdustria.

El submarino S-80 de NavantiaNavantia

Duro golpe para la empresa estatal Navantia. A finales de la pasada semana se conoció la noticia de que no la compañía española no será la elegida para construir y desarrollar los seis submarinos para la Armada India (P-75l), tal y como se atisbaba. Esta noticia ha supuesto un jarro de agua fría para los intereses españoles, ya que el proyecto de Navantia había llegado hasta el último corte de la selección de empresas.

Sin embargo, ha sido la alemana TKMS junto a la empresa india Mazagon Dock Shipbuilders Limited (MDL), la que se ha llevado la adjudicación tras ser analizada su propuesta por el Ministerio de Defensa indio.

En la decisión final ha influido muchos factores, aunque uno de ellos -y que ha jugado en contra de los intereses españoles- ha sido el hecho de que el submarino S-80 se encuentra aún en una fase inicial. De hecho, actualmente tan solo hay uno en el mar, lo que ha generado cierta desconfianza en el proyecto por parte de las autoridades indias, ya que el proyecto tendrá un coste de 5.000 millones de euros para el país asiático.

Otro condicionante clave para que la Armada India tome esta decisión tenía que ver con los contenidos autóctonos que los submarinos debían tener. Según explicaron en sus informes, el primer sumergible tenía que contar con un 45%, mientras que el sexto y último debía incrementarse hasta un 60%.

Finalmente, y no por ello menos importante, desde el gigante asiático se le ha otorgado mucha importancia a las características técnicas del submarino respecto a su autonomía y discreción una vez esté operativo (módulo AIP), algo en lo que la propuesta alemana ha salido fortalecida.

De hecho, según informan desde India, este ha sido uno de los criterios más importantes a la hora de decantarse pro una u otra propuesta. El punto fuerte que Navantia defendió respecto a las demás opciones tenía que ver con todo lo que el submarino S-80 tenía avanzado respecto a las peticiones indias. 

Según dijeron los responsables de la compañía a los representantes indios que acudieron a España el pasado año, este buque contaba ya con casi todos los requisitos exigidos para el P-75l, por lo que el proceso de mejora final sería mucho más fácil de conseguir. 

Pero la propuesta alemana, basada en los submarinos Clase 214 y Clase 212CD, fue finalmente, mucho más interesante y atractiva por los indios. Y es que el sistema AIP alemán permite llevar a cabo un aspecto diferencial, como es el hecho de poder recargar las baterías del sumergible mientras se encuentra en inmersión.

Pese al duro palo que ha supuesto desde Navantia consideran que se trata de un paso más en la consolidación de España como referente en la industria naval y marítima, y en lugar de considerarlo como una derrota, consideran que se trata de un desafío para continuar mejorando por el camino de los últimos años.