El trampolín ruso se convierte en un cementerio y la razón son los nuevos drones ucranianos
Los rusos están recurriendo a "atacar con motocicletas, en lugar de tanques más lentos, con la esperanza de esquivar los UAV ucranianos".
Las fuerzas rusas se retiran de Toretsk, en Donetsk, al este de Ucrania, apenas un mes después de haberse vanagloriado de tener el control total de esta importante ciudad minera, de unos 33.000 habitantes antes de la guerra y que en su día fue considerado un trampolín para el avance de los invasores. Ahora un cementerio para sus unidades blindadas y la culpa es de los drones.
Según Forbes, que informa desde el terreno, Toretsk es crucial para controlar las rutas de suministro y avanzar en el óblast, parcialmente ocupado por Moscú. Su posición elevada y su papel logístico la convierten en un objetivo clave.
Las fuerzas rusas intentaron utilizarla para interrumpir las defensas ucranianas y avanzar hacia Chasiv Yar y Kramatorsk, pero los recientes avances ucranianos han revertido sus avances.
Las fuerzas ucranianas, lideradas por la 12ª Brigada Azov, junto con la policía militar y unidades territoriales, han expulsado al 2º Ejército de Armas Combinadas ruso de gran parte de Toretsk. El Centro Ucraniano de Estrategias de Defensa informó el domingo de que las tropas ucranianas han avanzado sobre la calle Druzhby, en el centro de la ciudad, y sobre la calle Budivelnykiv, más al sur.
"Todas las señales están ahí", dijo Kyrylo Budanov, jefe de la dirección de inteligencia de Ucrania, refiriéndose al agotamiento ruso después de perder más de medio millón de tropas y 15.000 vehículos desde febrero de 2022.
La batalla por Toretsk ha sido particularmente brutal, con ocho meses de combates urbanos caracterizados por la demolición de rascacielos enteros antes de que las fuerzas rusas tomaran el control a principios de febrero.
Si bien las fuerzas ucranianas también han sufrido numerosas bajas (alrededor de 300.000 soldados), mantienen una ventaja crucial gracias a la tecnología superior de drones. La 12ª Brigada Azov ha desplegado un nuevo dron llamado Seth. Este realiza vuelos autónomos en círculos sobre el campo de batalla, buscando las formas distintivas de los vehículos rusos, antes de dirigirse automáticamente con su ojiva de 4,5 kilos.
"Aparentemente, un Seth puede transmitir video a sus operadores, pero podría no ser necesario", informa el corresponsal de guerra de Forbes, David Axe. "Se mantiene en posición mediante un receptor GPS multicanal resistente a interferencias. Su autonomía lo hace difícil de neutralizar".
Según informa, las tropas rusas en Toretsk están recurriendo a "atacar con motocicletas, en lugar de tanques más lentos, con la esperanza de esquivar los drones ucranianos", dice Axe.
Una dinámica similar se desarrolla cerca de Pokrovsk, a 48 kilómetros al sureste de Toretsk, donde los rusos también se retiran. Sin embargo, en el óblast ruso de Kursk, la situación se invierte: las fuerzas ucranianas se enfrentan a la escasez de suministros y a sofisticados ataques con drones, lo que provoca su propia retirada.