Putin se pasea por un centro militar en Kursk en plena tensión por un alto el fuego que sigue sin respaldar
El presidente ruso, con uniforme militar, da orden de "liberar completamente" una región en la que Ucrania había logrado penetrar con fuerza hasta su retirada reciente, en virtud del acuerdo firmado con EEUU. Putin no había pisado Kursk desde la entrada de tropas ucranianas, en agosto de 2024.

De momento guarda silencio sobre un posible alto el fuego, pero sus actos dicen mucho. Vladimir Putin ha decidido personarse en la región de Kursk, una amplia zona hasta hace horas dominada en parte por Ucrania en su contraofensiva en territorio ruso.
Su visita se ha desarrollado en un centro de control militar, desde donde ha dado orden de "liberar completamente" la región, tras el repliegue de las fuerzas ucranianas posterior al acuerdo sellado entre Kiev y Washington por un alto el fuego en la guerra. Tregua que, Putin no ha querido entrar a valorar aún en un viaje más que simbólico, por ser el primero desde que Kiev consiguió adentrarse en las fronteras enemigas el verano pasado.
Más significativo si cabe, el detalle de la indumentaria: en lugar del traje habitual, ha optado por vestir uniforme militar, en una imagen muy poco habitual en él.
El silencio del todopoderoso líder no sorprende; el Kremlin ya había apuntado que, por el momento, van a esperar a que la delegación estadounidense le pase la información de su reunión con Ucrania antes de responder a la propuesta de alto el fuego.
El acuerdo, alcanzado ayer en Arabia Saudí, marcaba una paralización de la guerra "inmediato" y por tiempo de 30 días a falta de la aprobación de Moscú. Y es, precisamente, al régimen de Putin al que apunta ahora EEUU, asegurando que la paz está ahora "en su tejado".
Incluso Donald Trump, tantas veces cercano en su discurso al relato ruso, ha asegurado este miércoles que ahora todo depende de Putin, de quien "confía" en recibir un 'sí', cuando el "camino" está hecho "al 80%".
Tanto el presidente estadounidense como sus negociadores han dejado caer posibles medidas contra Moscú si se niegan a aceptar el acuerdo de paz transitoria, adelantando una presión ya ejercida desde Washington contra el gobierno de Volodimir Zelenski.
Ajeno a todo ello, Vladimir Putin se ha limitado a mostrar su confianza en que sus tropas "completen incondicionalmente" sus misiones hasta dejar "completamente liberado del enemigo en un futuro próximo" Kursk, donde Rusia ya habría recuperado el 86% del territorio que llegó a invadir Ucrania desde su sorpresivo movimiento en agosto de 2024.
En este sentido, el presidente ruso ha puesto de manifiesto la necesidad de implementar una "zona de seguridad a lo largo de la frontera" de Rusia, y ha advertido de que para Moscú toda aquella persona que se opone a las leyes rusas, a las órdenes del Ejército y aquellos que cometan delitos son considerados como "terroristas", como recoge Europa Press. Esto incluiría a los militares ucranianos capturados en Kursk.
