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Este es el lugar más minado del mundo: 10 habitantes, cientos de minas y un solo detector de metales

Este es el lugar más minado del mundo: 10 habitantes, cientos de minas y un solo detector de metales

"Tras la ocupación rusa, no quedó nada en el pueblo. Ni una sola casa intacta, ni un solo material de construcción", explica Ihor Knyazev, uno de los pocos habitantes del pueblo de Dovhenke, en la región de Járkov. 

Un hombre realiza labores de desminado entre los escombros de la aldea de Dovhenke.Wojciech Grzedzinski/Anadolu via Getty Images

"Tras la ocupación rusa, no quedó nada en el pueblo. Ni una sola casa intacta, ni un solo material de construcción". Así habla Ihor Knyazev, uno de los pocos habitantes del pueblo de Dovhenke, en la región de Járkov, quien tuvo que volver a levantar su casa de los restos que dejó la destrucción causada por las bombas rusas. 

Ihor es ahora el único agricultor en uno de los pueblos más minados de Ucrania, y probablemente del mundo, donde solo quedan nueve residentes más. "Tuve que construir con lo que encontré. Y lo único que quedó fueron los restos de la guerra", explicó al medio UNITED24 Media

"Mi abuelo nació aquí y cultivó esta tierra. Mi padre nació aquí y cultivó esta tierra. Yo nací aquí y tuve una granja próspera, sembraba campos. Mis hijos nacieron aquí. Luego llegaron los rusos", explica. La aldea fue liberada por parte de las fuerzas ucranianas de los invasores rusos, pero en ella ya solo quedan, en su mayoría, jubilados.

Ihor es ya el único que crea empleos, desmina e intenta reconstruir la aldea. Delgado, curtido por el sol y tenaz, se ha convertido en el rostro de Dovhenke y su esperanza de resurgimiento. El pueblo se encuentra en la frontera entre las regiones de Donetsk y Járkov, junto a una carretera que antiguamente conectaba dos importantes ciudades industriales. 

Antes de la guerra, sus 760 habitantes vivían tranquilamente en el campo, vendiendo sus cosechas y productos lácteos a Donetsk. Pero lo que antes era una ubicación conveniente se convirtió en una trampa mortal cuando Rusia lanzó su invasión a gran escala. En la primavera de 2022, Dovhenke se convirtió en un campo de batalla clave para el avance ruso hacia Sloviansk.

“Hubo batallas de tanques”, dice Ihor. "Nuestros militares resistieron, luego fueron repelidos, la aldea fue ocupada y luego nuestras tropas la recuperaron. Durante todo el tiempo, la zona fue bombardeada con todo tipo de armas, desde cohetes Uragan hasta minas terrestres", explica al mismo medio. 

Ihor habla mientras anda con cuidadoso por el único camino donde se puede pasar sin mirar hacia abajo. Todo lo demás está minado. Los campos circundantes están marcados con marcadores de peligro rojos y blancos. En el propio pueblo, las colas de las bombas sobresalen de los jardines, parterres e incluso de las paredes de las casas. Mientras, las labores oficiales de desminado avanzan despacio.

A finales de 2024, el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania (SESU) estimó que 156.000 kilómetros cuadrados del país estaban minados, un área del tamaño de Grecia. Los expertos afirman que Ucrania es ahora el país más minado del mundo, con plazos de desminado que van desde los 70 hasta los más de 700 años, según un informe de Globsec. 

Pero Ihor no puede esperar décadas. La agricultura sigue su propio calendario: hay un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar. Por ello, cuando regresó a la aleda tras la ocupación rusa, trajo un detector de metales y comenzó él mismo a limpiar el pueblo de minas. 

"Antes de la guerra, lo tenía todo: ovejas, remolacha forrajera, trigo. Mi almacén estaba lleno de grano. Mi granja abarcaba 50 hectáreas. Ahora, el 95% está minado", explica, señalando una pequeña parcela de tierra detrás de los restos carbonizados de una casa. Según sus propios cálculos, la guerra ha costado a la granja de su familia 13 millones de grivnas (316.300 dólares) en equipos y cultivos.

Ucrania cuenta actualmente con 5,6 millones de hectáreas de tierras agrícolas minadas, una superficie equivalente a las regiones de Odesa y Jmelnitski juntas. Las minas y los artefactos explosivos impactan el PIB de Ucrania en 11.200 millones de dólares anuales, según el informe del Instituto Tony Blair. Ihor conoce estas cifras y las resume de forma más sencilla: "Empezamos de cero".