Hungría pone en libertad a cientos de traficantes de personas y enciende las alarmas en Austria

Hungría pone en libertad a cientos de traficantes de personas y enciende las alarmas en Austria

Los de Orban justifican la medida por la saturación de las cárceles húngaras, aunque no lo aplica a los nacionales. En el país vecino protegen ya las fronteras por si cruzan a su territorio, ya que sólo tienen 72 horas para irse. 

El Ministerio de Exteriores de Austria ha citado al embajador de Hungría en Viena para protestar contra la liberación anticipada de presos extranjeros condenados en el país vecino por tráfico de personas con la condición de que abandonen el territorio magiar en 72 horas.

Así lo anunció desde Bruselas el titular de Exteriores austríaco, el conservador Alexander Schallenberg, tras revelar que ya había abordado con su homólogo magiar, Péter Szijjártó, este asunto que, admitió, ha causado tensiones entre los dos países vecinos.

"Queremos una aclaración completa porque creemos que es una señal completamente equivocada", dijo Schallenberg, citado por los medios austríacos. Se refería a las "preocupantes" informaciones aparecidas en la prensa húngara sobre la puesta en libertad de presos extranjeros.

En opinión del ministro, el "aparente" argumento de Budapest de que tenerlos en las cárceles es demasiado caro se contradice con la "aparentemente clara línea" de mano dura contra el tráfico de personas que el Gobierno conservador del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha aplicado en el pasado.

La prensa magiar informó el pasado jueves de que se había comenzado a liberar a los citados presos extranjeros.

La liberación se hizo posible mediante un decreto que el Gobierno de Orbán aprobó en abril y que permite la puesta en libertad de esos presos con la condición de que abandonen Hungría en 72 horas.

La justificación de los de Orban

El ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, justificó entonces la medida con la saturación de las cárceles de Hungría, por lo que la Unión Europea (UE) ya ha criticado al país centroeuropeo. A finales de 2022, había más de 19.000 detenidos en las cárceles húngaras, de los cuales un 12 % habían sido condenados por tráfico de personas.

Los datos del Ministerio húngaro de Interior que difundió la emisora privada RTL cifran en 2.048 los extranjeros encarcelados (de 73 países), de los que unos 700 cumplirían con los requisitos para poder ser liberados.

La medida ha desatado también protestas de otros presos, sobre todo de aquellos de nacionalidad húngara que están condenados por el mismo delito y ven injusto que los extranjeros pasen a gozar de libertad y ellos no, informa el diario digital Hvg.

En reacción a la inusitada medida húngara, Austria ha reforzado ya los controles en su frontera con Hungría, haciéndolos aún más estrictos de lo que ya eran a pesar de las advertencias de Bruselas de que contradicen el Tratado de Schengen sobre libre circulación.

Los controles se han intensificado y se centran en los vehículos procedentes de Hungría, Rumanía y Serbia, confirmó el Ministerio austríaco de Interior a la agencia local APA.

Szijjártó criticó hoy esa reacción de Viena, que "va en contra de las normas de la zona de Schengen".

Mientras que los austríacos entran en Hungría sin problemas, los húngaros tienen que esperar largo tiempo en las fronteras para cruzar hacia el país vecino, denunció el jefe de la diplomacia magiar.

En declaraciones a la prensa en Bruselas, el ministro húngaro defendió la decisión de liberar a presos extranjeros como una medida "que no va en contra de ningún país" y que está relacionada con el hecho de que para Budapest, la inmigración ilegal "sigue siendo un fenómeno muy peligroso".

Hungría expulsa "delincuentes extranjeros", enfatizó el ministro, El Gobierno de Austria ha revelado que también estudia revisar su estrecha cooperación policial con Hungría.