La conquista de Ucrania de una aldea clave saca a la luz una nueva debilidad rusa
La situación de las tropas ucranianas en esta zona ha mejorado notablemente.
Las fuerzas ucranianas recuperaron el domingo el control de la aldea de Pischane, situada al suroeste de la ciudad de Pokrovsk, en el este de Ucrania. Este logro, que llega en un momento en que el avance militar de Rusia en la zona parece estar desacelerándose, supone una señal alentadora para Ucrania, ya que se ve como un indicio de que la victoria de Moscú no es inevitable.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) explica que las fuerzas rusas habían logrado avances importantes en diciembre y enero, llegando a amenazar con aislar Pokrovsk. Sin embargo, desde principios de febrero, estas acciones se han reducido notablemente.
La presencia activa de drones ucranianos en los cielos ha sido destacada como un factor clave en este cambio, ya que han destruido vehículos blindados rusos y reducido la efectividad de las fuerzas enemigas.
Las condiciones climáticas, especialmente la nieve y la falta de cobertura en la zona, también han favorecido a los defensores ucranianos, quienes han logrado causar bajas significativas en las tropas rusas antes de que llegaran a las líneas de contacto.
Según el mayor Viktor Trehubov, portavoz de las fuerzas ucranianas en el este, en enero, alrededor de 7.000 soldados rusos murieron en la batalla por Pokrovsk, mientras que otros 15.000 resultaron heridos o desaparecieron.
Durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, destacó que la situación en Pokrovsk ha mejorado y reafirmó que Ucrania tiene la capacidad de recuperar territorio con el apoyo adecuado de Occidente. La recuperación de Pischane y los contraataques en áreas cercanas, como Kotlyne, refuerzan este mensaje.
