La ONU habla sin paliativos de los prisioneros de guerra ucranianos esqueléticos que regresan del cautiverio: "También torturan a los rusos"
Desde Ucrania critican que la organización equipara el trato que reciben los prisioneros de ambos bandos.

Ucrania y Rusia realizaron la semana pasada su primer canje de prisioneros de 2025, en el que ambas partes intercambiaron a 25 soldados. Entre los prisioneros ucranianos liberados se encontraban varios defensores de Mariupol, quienes habían estado detenidos en Rusia durante casi tres años desde la caída de la ciudad.
La liberación de estos prisioneros se realizó bajo lo que Kiev denominó un "formato especial", con prioridad para aquellos más vulnerables, muchos de ellos gravemente heridos o enfermos. Sin embargo, no había nada de "especial" en la condición física de los prisioneros ucranianos, sino que reflejó una triste constante desde el inicio del conflicto: heridas sin tratar, cuerpos demacrados y rostros notablemente envejecidos.
El 31 de diciembre, pocos días antes del intercambio, Naciones Unidas publicó su último informe sobre derechos humanos, que cubre el período de septiembre a noviembre de 2024. Este informe documenta violaciones sistemáticas, incluyendo 68 ejecuciones confirmadas de prisioneros de guerra ucranianos por parte de las fuerzas rusas, tortura generalizada y 170 ejecuciones de civiles en territorios ocupados por Rusia.
Disparidad en el trato a los prisioneros
Una breve sección que trataba sobre los abusos contra los prisioneros rusos detenidos en Ucrania desató una controversia en Kiev, ya que la sección comparaba las violaciones cometidas por ambos bandos, lo que generó un intenso debate sobre las "equivalencias" en el tratamiento de los prisioneros.
No obstante, la diferencia entre el trato a los prisioneros rusos y ucranianos es especialmente evidente cuando se comparan las fotos de los prisioneros antes y después de ser liberados. Por ejemplo, Volodymyr Tsema-Bursov, un defensor de Mariupol, fue liberado tras 20 meses de cautiverio ruso, y su figura se había reducido drásticamente, perdiendo 38 kg, informa Euromaidan Press.
Otro prisionero, Mykhailo Dianov, sufrió la rotura de un brazo, que no fue tratado durante su cautiverio, mientras que Maksym Kolesnykov, quien estuvo detenido durante once meses, mostró una fascinación por una manzana al ser liberado, después de haber perdido 32 kg.
Algunos prisioneros, como Oleksiy Mudrak, comandante del Regimiento Azov, no sobrevivieron al sufrimiento físico. Mudrak murió de un paro cardíaco meses después de ser liberado, tras haber estado 100 días en cautiverio.
En contraste, los prisioneros rusos intercambiados por Ucrania suelen regresar en mejores condiciones, con testimonios que indican que reciben atención médica adecuada, alimentación y contacto con sus familias. Los centros de detención rusos, en cambio, están cerrados a los observadores internacionales, lo que impide una evaluación imparcial de su trato hacia los prisioneros.
Críticas al informe de la ONU
En este contexto, el Defensor del Pueblo de Ucrania, Dmytro Lubinets, critica el informe de la ONU, alegando que destaca abusos contra prisioneros rusos en centros de tránsito ucranianos, pero no tiene en cuenta las diferencias de escala y transparencia en las violaciones cometidas por ambos bandos.
Lubinets defiende que Ucrania ya había abierto investigaciones sobre presuntos abusos, y que los observadores internacionales tenían acceso a sus instalaciones, mientras que Rusia negaba cualquier acceso externo. "Estoy totalmente en desacuerdo con el hecho de que no se hayan tenido en cuenta ciertos comentarios y recomendaciones brindados por la Defensoría del Pueblo", señala.
En respuesta a las recomendaciones de la ONU, Lubinets destaca la distinción entre un estado que investiga las violaciones y otro que las oculta por completo, afirmando que no se podía hablar de violaciones equivalentes. A pesar de las críticas, Ucrania se comprometió a investigar cualquier incidente de abuso y a compartir los resultados con la comunidad internacional. En cambio, Rusia no aporta ningún tipo de información.
Así, critica que la ONU equipare la magnitud de las violaciones cometidas por Ucrania y la Federación de Rusia: "Todos vemos cómo los ucranianos regresan del cautiverio ruso. Se les aplicaron torturas y presiones psicológicas y no se les proporcionó la atención médica adecuada. A veces regresan a casa con heridas incompatibles con la vida".
"Hemos señalado repetidamente que la cobertura del problema de los "malos tratos" debería reflejar el alcance de las violaciones del DIH por parte de Rusia, incluso en ausencia de pleno acceso a los lugares de detención en la Federación de Rusia. Porque resulta que Ucrania brinda acceso a organizaciones internacionales que pueden cubrir todo en informes, y Rusia simplemente no lo permite. ¡Estas cosas no son equivalentes!", concluye.