La sombra de una nueva guerra se cierne sobre Europa y Rusia no está en el ajo
Los protagonistas son esta vez Serbia y Kosovo.

Europa mira ahora con preocupación hacia los Balcanes. Mientras la guerra en Ucrania continúa redefiniendo los equilibrios de poder en el continente y Rusia intenta mantener su influencia en la región, ha surgido un foco de tensión entre Serbia y Kosovo después de que este último país anunciara la llegada de un importante cargamento militar a su aeropuerto más relevante, procedente de Turquía.
"Contenedores con miles de drones de combate kamikaze Skydagger llegan hoy al Aeropuerto Internacional de Pristina 'Adem Jashari'", anunció el 8 de octubre en Facebook el primer ministro kosovar en funciones, Albin Kurti, destacando que "docenas de soldados del FSK ya están entrenados para su uso", haciendo referencia a la Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF).
El contrato con Baykar, explicó Kurti, fue firmado en diciembre de 2024, y aunque la entrega estaba prevista para enero de 2026, el primer ministro celebró que "los conseguimos tres meses antes", lo que representa un impulso significativo para la estrategia de modernización militar del país.
Los drones Skydagger, también conocidos como RTF (Ready To Fly) tipo Skydagger FpV, están diseñados para misiones ofensivas. "Son drones de combate equipados con equipo explosivo destinado a atacar objetivos enemigos estáticos y en movimiento", precisó el mandatario.
Esta adquisición se suma a los sistemas TB2 Bayraktar y Puma, ya en posesión del ejército kosovar. "Con la adquisición de este contingente de aviones no tripulados, junto a TB2 Bayraktar y Puma, seguimos construyendo y aumentando el poder de ataque de nuestro ejército con el fin de construir una fuerza capaz y coherente con los nuevos avances tecnológicos y las tácticas de combate contemporáneas", afirmó Kurti.
El transporte de los drones se realizó en camiones multifunción Rheinmetall 8x8, adquiridos el año pasado: "15 sosh en total, 10 comprados de nosotros y 5 donados". detalló el jefe de gobierno.
Indignación del presidente de Serbia: "Estoy consternado"
La noticia de la llegada de estos dispositivos ha generado una ola de indignación en Belgrado, donde el presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha acusado a Ankara de "intentar restaurar el Imperio Otomano" y ha advertido que Serbia ha captado el mensaje.
"Estoy consternado por el comportamiento de Turquía y su brutal violación de la Carta de las Naciones Unidas y de la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como por el continuo suministro de armas a las autoridades de Pristina", criticó Vucic.
La Carta de las Naciones Unidas, firmada el 26 de junio de 1945 en San Francisco y en vigor desde el 24 de octubre de ese mismo año, es el instrumento fundamental del derecho internacional moderno. Vinculante para todos los Estados Miembros, establece los principios que rigen las relaciones internacionales, "desde la igualdad soberana de los Estados, hasta la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales".
Por su parte, la relación entre Serbia y Kosvo se enmarca en la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad, aprobada en 1999, que sentó las bases para la administración provisional de Kosovo por parte de la ONU. Dicha resolución sigue siendo jurídicamente vinculante, según sostiene Belgrado. Kosovo, por su parte, declaró su independencia en 2008, un acto que la Corte Internacional de Justicia dictaminó en 2010 que no violaba ni el derecho internacional ni la propia Resolución 1244, aunque su opinión consultiva no tiene carácter obligatorio.
Asimismo, el presidente serbio insistió en que "Turquía no quiere estabilidad en los Balcanes Occidentales y sueña con restaurar el Imperio Otomano. Serbia es un país pequeño, pero entendimos el mensaje a la perfección".
Paralelamente, Serbia está reorientando su política de defensa. Durante los ensayos del Día de la Unidad se avistaron drones kamikaze emiratíes ADASI, informó Defense Express, lo que sugiere un alejamiento de sus tradicionales proveedores rusos y chinos. Analistas interpretan esta compra como una señal de que Belgrado busca diversificar sus alianzas militares ante el aumento de tensiones en los Balcanes.
Situación compleja en los Balcanes
La actual crisis en los Balcanes se intensifica por la creciente influencia de Serbia, que busca consolidar una "unidad serbia" en la región. Este fenómeno, de raíces históricas, étnicas y políticas, se centra en el conflicto con Kosovo, cuya independencia en 2008 sigue sin ser reconocida por Belgrado. El líder serbobosnio Milan Dodik impulsa la creación de un estado étnicamente serbio en Bosnia y Herzegovina (República Sprska), lo que fortalecería el poder de Serbia en la región, especialmente en zonas como Metohija y entre los serbo-montenegrinos.
Para contrarrestar esta influencia, Kosovo ha formado una alianza estratégica con Albania y Croacia, ambos miembros de la OTAN. Este bloque busca no solo reforzar la posición de Kosovo, sino también promover estabilidad y desarrollo regional. La cooperación incluye iniciativas económicas, defensa y política exterior, aunque enfrenta riesgos derivados de las tensiones étnicas históricas.
En respuesta, Serbia ha estrechado lazos con Hungría y Eslovaquia, países que apoyan su postura sobre Kosovo. Hungría, liderada por Viktor Orbán, mantiene vínculos por la minoría húngara en Voivodina, mientras que Eslovaquia no reconoce la independencia kosovar. Este eje Belgrado-Budapest-Bratislava actúa como canal de influencia rusa en la región, complicando la integración de Kosovo en estructuras europeas.
Montenegro, por su parte, se encuentra en una posición geopolítica delicada. Desde su independencia en 2006, ha buscado acercarse a la UE y la OTAN, lo que ha generado tensiones con Rusia y Serbia. Aunque Montenegro intenta mantener neutralidad, su importancia estratégica, especialmente por los puertos de Bar y Kotor, lo convierte en un actor clave para Serbia.
