Marruecos planta cara a los mercenarios de Wagner

Marruecos planta cara a los mercenarios de Wagner

Marruecos, Níger, Mali, Burkina Faso y Chad estudian el acceso de estos países del Sahel, que atraviesan una crisis política y de seguridad, al océano Atlántico. 

El rey de Marruecos Mohamed VI.Getty Images/Carlos R. Alvarez/WireImage

Los ministros de Exteriores de Marruecos, Níger, Mali, Burkina Faso y Chad se reunieron este fin de semana en la ciudad marroquí de Marrakech para estudiar el acceso de estos países del Sahel, que atraviesan una crisis política y de seguridad, al océano Atlántico mediante la consolidación de la cooperación económica.

La iniciativa procede de un anuncio que hizo el rey Mohamed VI el pasado noviembre con el objetivo de promover el acceso de estos estados del Sahel al Atlántico, como medida para resolver los problemas y dificultades que afrontan estos países y favorecer su interconexión regional frente la inestabilidad, agravada por la injerencia rusa del grupo de mercenarios Wagner, que emplea la fuerza de manera indiscriminada y que ha provocado varios golpes de estado.

Los ministros de los países del Sahel agradecieron a Marruecos y al rey Mohamed VI su iniciativa, que calificaron de "una manifestación de solidaridad", y manifestaron su disposición a trabajar para concretar este proyecto.

El ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, insistió en su discurso de apertura del encuentro -difundido en directo en la web de la televisión pública SNRT- que el desarrollo es "la clave" para los problemas del Sahel, una región que calificó de "estratégica" para la economía mundial y "un epicentro de paz y de seguridad" regional.

Para Burita, la iniciativa supone "apoyar a los socios del Sahel para liberar el enorme potencial de la región, y acelerar el crecimiento y el desarrollo sostenible e inclusivo en las economías de la región".

Por su parte, el ministro de Exteriores maliense, Abdullah Diop, señaló en su intervención que la iniciativa marroquí permitirá "dinamizar los intercambios tanto a nivel inter-africano como con el resto del mundo".

"Esto tendrá un impacto sobre nuestras economías, nos permitirá vender mejor nuestros productos, participar en el comercio internacional y así mejorar la balanza comercial de nuestros estados", señaló.

Una grave crisis de seguridad

Mali, Níger y Burkina Faso -que sufren una grave crisis de seguridad con una escalada de ataques yihadistas- están gobernados por juntas militares golpistas, lo cual les hizo vivir una situación de aislamiento y mantener una tensión diplomática con su entorno regional, concretamente los miembros de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) que reclaman un retorno al orden constitucional en sendos estados.

Los tres países vecinos también mantienen una crisis diplomática con Francia -la antigua metrópolis, que se vio obligada recientemente a retirar sus fuerzas militares desplegadas en el Sahel en la pasada década para luchar contra el terrorismo-, tras expresar su malestar por los golpes de Estado en estos países.

En su discurso durante el encuentro de Marrakech, el ministro de Exteriores nigerino, Bakary Yaou Sangaré, criticó a "varios socios, entre ellos Francia" por "no entender la voluntad de nuestro pueblo de tomar su destino por sus propias manos" y agradeció a Mali y Burkina Faso por su "apoyo a las autoridades de transición en un momento de gran soledad".

Sangaré también agradeció la decisión de Marruecos de "apoyar sin fanfarria a Níger y su pueblo" y calificó al país magrebí de "verdadero amigo".