La millonaria cifra que España paga para arreglar los Leopard

La millonaria cifra que España paga para arreglar los Leopard

El reacondicionamiento y puesta a punta de los tanques que irán a Ucrania tiene un precio.

Un Leopard 2A4 del Ejército de Chile, en una imagen de archivo de una exposición alemana.Guenter Vahlkampf/Getty Images

Continúan llegando nuevos datos sobre la aportación española en la coalición internacional que suministrará tanques al Gobierno de Ucrania. En el caso de España, que donará seis de los antiguos modelos Leopard 2-A4 en un paquete que Sánchez planteó ampliar hasta diez, ya se conoce una primera estimación de la inversión que supondrá la puesta a punto de estas unidades.

Según ha publicado El Mundo, ya se ha publicado en la Plataforma de Contratación del Estado la licitación y el precio estimado de las mejoras y reparaciones que deben recibir los carros de combate. La estimación de Defensa es que se alcance la millonaria cifra de 4,1 millones de euros -relativamente pequeña, si tenemos en cuenta que hablamos de armamento de elevado coste-.

Tal y como ha recogido el citado medio, esa partida está fijada para la "puesta en condiciones de operatividad de carros de combate Leopard modelo 2A4". No obstante, no hay mayor información sobre si esa inversión engloba a los seis primeros tanques mencionados por el Gobierno o también contempla la ampliación anunciada por Sánchez desde Kiev, en el día antes de la aniversario de la invasión.

Sin pliegos

En este sentido, el objeto del contrato no queda especificado, y se acoge al artículo 7.1B de la Ley de Contratos del Sector Público de Defensa y Seguridad, por lo que no hay pliegos que consultar.

El centenar de tanques 2-A4 con los que cuenta España fueron comprados de segunda mano a Alemania hace 28 años, es decir, en 1995. Aquel fue el preludio del contrato de fabricación de los nuevos Leopard 2-E. Y de un salto de gigante a nivel armamentístico. De ese lote de los 2-A4, más del 50% fueron almacenados en la base logística del Ejército de Tierra en Zaragoza. Allí descansan, tras ser sometidos a un proceso de limpieza y retirada de componente como baterías o aceites, para evitar su deterioro.