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Nayib Bukele militariza la Educación Pública de El Salvador: cortes de pelo adecuados y oraciones a la bandera

Nayib Bukele militariza la Educación Pública de El Salvador: cortes de pelo adecuados y oraciones a la bandera

El presidente Bukele acaba de nombrar ministra de Educación a una capitana general del Ejército, Karla Trigueros.

Un director comprueba el peinado de un alumno.REUTERS/Jose Cabezas

Uno a uno, los estudiantes salvadoreños se paran desde el pasado 20 de agosto frente al director o directora de su escuela o instituto para que puedan chequear su corte de pelo y decidir si es "adecuado" para entrar al aula. En caso de que no lo vean bien, se les obliga a dar la vuelta y acudir al peluquero hasta lograr un peinado que cumpla las exigencias del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y su nueva ministra de Educación, la capitana general del Ejército Karla Trigueros, un polémico nombramiento que busca "fortalecer la disciplina" y "el orden" de los estudiantes. "Si queremos construir el país que merecemos, debemos romper paradigmas. La nueva ministra, en su doble condición de capitán y doctora, ha demostrado la capacidad, el liderazgo y el compromiso necesarios para impulsar una transformación profunda en nuestro sistema educativo. Su misión será preparar a las futuras generaciones para enfrentar con éxito los desafíos del mañana y alcanzar los más altos estándares de calidad que demandará el nuevo El Salvador que estamos construyendo", dijo Bukele en X.

Apenas tres días después de ser nombrada el pasado 15 de agosto, Trigueros envió una carta a todos los directores de escuelas e institutos públicos del país con la orden de imponer en sus centros "medidas disciplinarias" para el alumnado. La capitana del Ejército les obliga a "recibir diariamente a los estudiantes" en las puertas de entrada para "supervisar" que todos los alumnos llevan un "uniforme limpio y ordenado", un "corte de cabello adecuado" y una "presentación personal correcta". Unas exigencias que confirman el riesgo del que ya alertó el Frente Magisterial Salvadoreño, organización que defiende los derechos humanos de docentes, estudiantes y demás personas vinculadas a la Educación. "Es preocupante que la nueva ministra de Educación sea un agente militar, pues ya podemos hablar entonces de la lamentable militarización de la Educación Pública Salvadoreña, como sucedió durante las Dictaduras Militares", expresó el organismo en un comunicado tras la decisión de Bukele.

Para el antropólogo y premiado cronista salvadoreño Juan Martínez d’Aubuisson, esta es "una de las medidas más ridículas de la dictadura". "Exigir a los estudiantes una estética militar expresa esa obsesión mesoamericana, entupida y contraproducente, con la homogeneidad. Todos iguales, todos agachados, todos callados, nadie distinto", escribió en redes sociales. El jefe de redacción del periódico El Faro, Óscar Martínez, cree que "al menos" la imposición "es coherente con la dictadura". Mientras, el periodista guatemalteco Carlos Kestler lanza una pregunta curiosa: "¿Por qué la ministra exige una imagen rígida si el presidente usa gorras y jeans en actos oficiales?"

Hay quien sí ve bien la medida de Trigueros. Por ejemplo, Javier Hernández, el presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador. "Muy bien lo ha hecho la señora ministra de Educación. En los colegios privados tomamos más poder que nos habían quitado y por eso ahora lo que vamos a poder hacer es aplicar con más rigor la normativa", ha declarado un Hernández contrario a las "pestañas artificiales, uñas acrílicas" o al "maquillaje excesivo". En su comunicado, el Frente Magisterial consideró también que la decisión de la nueva ministra "es un golpe más que la ultraderecha bukelista está perpetrando contra el área de Educación, y que descaradamente está encaminada a profundizar el deterioro de la Educación Pública con el objetivo de la privatización de la Educación, al volver un peligro para los estudiantes el asistir a instituciones de educación pública".

Pero el corte de pelo adecuado, sin llegar a especificar en ningún lado cuál es o no correcto, no es la única de las imposiciones de la nueva ministra. Trigueros ha ordenado también que todos los colegios e institutos celebren al inicio de la semana lo que ha llamado "lunes cívicos". A partir del próximo 1 de septiembre y "durante la primera media hora" de cada inicio de semana, los centros educativos tendrán que organizar "actos cívicos" que "incluirán, como mínimo, [...] formación en orden y disciplina, entonación del himno nacional, oración a la bandera salvadoreña" y la "ponencia a cargo de un estudiante sobre un personaje ilustre de El Salvador o un hecho histórico relevante".

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Me llamó Héctor Juanatey, aunque como dice Xoan Tallón, eso no importa, todo el mundo tiene un nombre. Me gusta escribir y contar cosas. En El HuffPost escribo de política, y como política lo es todo, decirles esto es como decir todo y decir nada.

 

Sobre qué temas escribo

En El HuffPost escribo, como ya les dije, de política, que es todo. Si quisieran entrar más en detalle, les cuento: por gustar, me gusta escribir de todo aquello que me preocupa dentro y fuera de la redacción. En los últimos años, por ejemplo, he estado investigando el ascenso de la extrema derecha, una suerte de virus invisible que crece cada día más. Un crecimiento, sin embargo, que también tiene responsables, y en ellos me gusta fijarme, ya sea Elon Musk, Mark Zuckerberg o influencers de ultraderecha con cada vez más adeptos. Pero también la política es causa de la desafección de la que beben los ultras. De ahí que no haya que olvidarse nunca de temas fundamentales como la vivienda; en definitiva, de las condiciones materiales de la ciudadanía. Por ese motivo, también, y desde la cobertura que hice para Público durante el 15M en la Puerta del Sol, en Madrid, he centrado gran parte de mi trabajo en las diferentes reivindicaciones de la movilización social. Sospechen siempre de aquellos periodistas que acostumbran a agobiar con la cantinela de la objetividad. Al final, solo buscan desprestigiar el sentido mismo de la profesión.

 

Mi trayectoria

Pese a todas las advertencias, desde que me decanté por estudiar periodismo (Licenciatura y Máster en Periodismo de Investigación), a excepción de un parón en el que trabajé en discurso y comunicación política, he tenido la suerte de dedicarme a escribir. Empecé en La Voz de Galicia y, tras dejar la terruña (Galicia) y mudarme a la capital en busca de oportunidades laborales, pasé por Público, La Sexta, fui redactor fundacional de eldiario.es, y he escrito para un buen número de medios como Praza.com, la revista Luzes, Playground Magazine, La Marea, Vanity Fair o CTXT. En una ocasión estuve en el campamento de refugiados de Dajla, en el Sahara, y de allí me traje unas breves anotaciones que fueron publicadas como libro, ‘Dajla. Apuntes desde o Sahara’, editado por Praza. En otra, entrevisté a Txema Guijarro, una de las personas que trabajó en el asilo de Julian Assange y Edward Snowden, y esos diálogos se transformaron también en libro, ‘El analista. Un espía accidental en los casos Assange y Snowden’, de Libros del KO. En otro lapso de tiempo, creé junto a los cómicos Facu Díaz y Miguel Maldonado un programa de humor, La Tuerka News, porque tengan claro que sin risas nos vamos a la m*****.

 


 

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