Un país de la UE destruye su monumento soviético

Un país de la UE destruye su monumento soviético

La medida no ha estado exenta de polémica.

Operarios trabajando en el desmantelamiento del Monumento del Ejército soviético de Sofía (Bulgaria)Hristo Vladev / NurPhoto vía Getty Images

Las autoridades de Bulgaria han iniciado en las últimas horas el desmantelamiento del Monumento del Ejército soviético en el centro de Sofía, tras años de polémicas y la resistencia de una considerable parte de la sociedad búlgara.

Tal y como recoge EFE, la razón formal para desmantelar el monumento es el mal estado de las esculturas de bronce que lo componen, consideradas un riesgo de seguridad. Sin embargo, la realidad es que el proceso se ha acelerado desde que se produjo la invasión rusa de Ucrania.

“Hoy comienza oficialmente el desmantelamiento del monumento al ejército soviético. Todos los elementos de la instalación serán almacenados para su posterior restauración y después trasladados al Museo de Arte Socialista”, ha explicado la gobernadora regional de Sofía, Viara Todeva.

La gobernadora ha asegurado que, según un dictamen de expertos encargado el jueves pasado, la “falta de mantenimiento de la instalación en las últimas 70 años” ha provocado que “se hayan formado graves grietas de corrosión en las esculturas de bronce y existe un riesgo real para su derrumbe, lo que es una amenaza para los ciudadanos”.

Fuerte oposición del Partido Socialista Búlgaro

El Ayuntamiento de Sofía decidió el traslado de las esculturas el pasado 9 de marzo, tras años de intentos frenados por la oposición del Partido Socialista Búlgaro, heredero del partido comunista.

El monumento, rodeado por varios grupos y relieves de bronce, muestra a un soldado con escopeta aclamado como libertador por un hombre y una mujer con un niño en brazos sobre un enorme pedestal.

Fue construido en 1954 como homenaje a la URSS, cuyas tropas derrocaron en 1944 un gobierno aliado con la Alemania nazi e instalaron un régimen comunista que se mantuvo hasta 1989.

Las iniciativas para retirarlo o trasladarlo, ganaron fuerza tras la invasión de Rusia en Ucrania en 2022, pero se toparon con la resistencia de grupos socialistas y de la formación ultranacionalista prorrusa Vazrazhdane (Renacimiento), que organizaron manifestaciones, acampadas y cadenas humanas en su defensa.