Un policía herido de gravedad en las nuevas protestas en Francia contra la reforma de las pensiones

La duodécima jornada de protestas en Francia contra la reforma de la pensiones ha dejado a diez policías heridos, entre ellos, uno de gravedad. Las manifestaciones tienen lugar un día antes del esperado dictamen del Consejo Constitucional sobre la impopular norma que eleva la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años. La nueva legislación también adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no, como hasta ahora, 42 años) para cobrar la pensión completa.

No obstante, la afluencia de manifestantes parece haber sido menor que en anteriores convocatorias. De acuerdo con los números de los sindicatos, en París hay unos 400.000 manifestantes, la misma cifra dada el pasado 6 de abril, aunque rebajada a 42.000 por la Prefectura.

Esta misma fuente había calculado 57.000 hace una semana. En el auge de las protestas, el pasado 23 de marzo, se cuantificaron los participantes en casi 120.000. No se han difundido, por el momento, los números en el ámbito nacional.

En la capital gala, los sindicatos han salido del Palacio Garnier, sede de la Ópera, en dirección a la plaza de la Bastilla. En un frío y ventoso día de primavera, los cortejos daban la sensación de ser menos compactos que en otras ocasiones.

Los eslóganes contra Emmanuel Macron, al que acusan de autoritario por haber aprobado la reforma sin un voto en la Asamblea Nacional, se han mezclado en esta ocasión con el sentimiento de expectación de los participantes de la marcha, en la víspera de que el Consejo Constitucional dictamine si valida (total o parcialmente) o no la controvertida ley.

El Consejo Constitucional, situado en la calle Monpensier, una discreta vía en las proximidades del Louvre está ya acordonado para evitar manifestaciones. Antes de ese dispositivo, se habían colocado contenedores de basura para bloquear la entrada al edificio.