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Por dónde se le puede meter mano a Rusia: los flancos débiles más vulnerables a nuevas sanciones

Por dónde se le puede meter mano a Rusia: los flancos débiles más vulnerables a nuevas sanciones

El Dekleptocracy Project identifica las rendijas por las que Occidente puede hacer un daño determinante a Rusia para que detenga su agresión a Ucrania. Un terreno aún sin explorar, casi cuatro años después del inicio de su agresión. 

La Plaza Roja, símbolo de Moscú, rodeada de estadísticas económicas en un montaje ilustrativo.
La Plaza Roja, símbolo de Moscú, rodeada de estadísticas económicas en un montaje ilustrativo.Getty Images

Las sanciones internacionales impuestas a Rusia en respuesta a su invasión de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, tienen una importancia fundamental como herramienta de presión diplomática y económica, aunque su efectividad para cambiar el comportamiento del Kremlin es objeto de debate. No llega a darse el golpe definitivo a sus finanzas e intereses, el que obligue a su presidente, Vladimir Putin, a retroceder o a pactar en peores condiciones para Moscú. Gracias a sus aliados y socios, sus cuentas aguantan. Gracias a Donald Trump, sus exigencias priman en la negociación

Ahora, The Dekleptocracy Project, una organización de investigación sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que utiliza la lucha contra la corrupción para socavar el poder autoritario, ha identificado las rendijas por las que Occidente puede hacer un daño más determinante a Rusia ,para que detenga su agresión a Ucrania. Un terreno aún sin explorar, casi cuatro años después del inicio de su agresión. En concreto, según ha adelantado el diario británico The Guardian, sus expertos identifica los productos químicos utilizados en lubricantes y neumáticos de vehículos militares como posibles vulnerabilidades del régimen. 

Habla de "sanciones oscuras pero potencialmente claves" que "podrían perturbar seriamente el esfuerzo bélico de Rusia" en suelo ucraniano. ¿No se ha hecho antes? Sí, en realidad se han aplicado rondas anteriores de sanciones a empresas energéticas, bancos, proveedores militares y la flota en la sombra de barcos que transportan petróleo ruso, pero esta organización sostiene que se puede ir más allá, sobre todo  con "productos químicos utilizados para fabricar lubricantes mecánicos y neumáticos de uso militar". Un talón de Aquiles al que se podría atacar.

Kristofer Harrison, presidente del grupo y exexperto del Departamento de Estado norteamericasno sobre Rusia, expone que se suele poner el foco en los microchips o las compañías petroleras, pero estas vías que proponen "son difíciles de reemplazar y esenciales para que Moscú pueda desplegar tanques y combatir". "Una escasez de lubricante dañaría gravemente la maquinaria de guerra de Rusia", escribe en su último informe, desvelado por este medio. 

Apenas unas pocas empresas en todo el mundo fabrican aditivos químicos para lubricantes mecánicos (aceite de motor para tanques y automóviles). "Casi todas dejaron de vender estos productos químicos a Rusia al comienzo de su invasión a gran escala, lo que provocó una escasez generalizada y quejas de los conductores", se indica.

Dekleptocracy descubrió, por ejemplo, que una empresa china, Xinxiang Richful, ahora satisface gran parte de la demanda rusa, suministrando hasta ocho millones de kilos al año. Richful abrió recientemente una oficina en Virginia. "Bloquearla, así como a algunos proveedores más pequeños, generaría una escasez de lubricantes mecánicos en Rusia, afirma el grupo", expone. China es, precisamente, un país que se ha puesto de perfil en cuanto a la invasión de Ucrania en sí pero que, a la vista de los hechos, sigue ayudando a Rusia, como cliente fiel y como socio defensivo y diplomático.

DeKleptocracy también ha descubierto que Rusia "tiene poca capacidad interna para producir aceleradores de vulcanización y otras sustancias necesarias para producir neumáticos de grado militar". 

Hay que insistir

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, declaró en una reunión del G7, hace apenas unos días, que se habían aplicado la mayoría de las sanciones principales. "Bueno, no queda mucho por sancionar por nuestra parte; es decir, afectamos a sus principales compañías petroleras, que es lo que todos han estado pidiendo", afirmó. Pero lo que dicen estos analistas en su propio país es que sí, que hay más. 

Tom Keatinge, director del centro de finanzas y seguridad del Royal United Services Institute, el principal grupo de expertos en defensa del Reino Unido, dijo al Guardian que los hallazgos de Dekleptocracy suponen un trabajo valioso y una prueba de que los objetivos de las sanciones siguen vigentes. “Mientras Rusia consiga con éxito los componentes que necesita para su ejército, y mientras Rusia consiga con éxito vender su petróleo, el entorno seguirá siendo rico en objetivos”, dijo.

"Mientras Rusia consiga con éxito los componentes que necesita para su ejército, y mientras Rusia consiga con éxito vender su petróleo, el entorno seguirá siendo rico en objetivos"

Hoy, Rusia cuenta con una sólida industria petrolera, pero carece de productores nacionales de muchos productos químicos menos conocidos, pero importantes, como aditivos alimentarios y sustancias utilizadas para fabricar neumáticos, productos farmacéuticos y champú. Moscú puso en marcha una iniciativa a principios de este año para producir cientos de productos químicos a nivel nacional, lo que demuestra aún más la debilidad del sector, según Dekeleptocracy.

"Estudiamos la economía rusa y algunos de los elementos imprescindibles para mantener su maquinaria bélica en funcionamiento", dijo Harrison. "Estudiamos su base manufacturera, su base química, para identificar problemas críticos, los elementos que los rusos no pueden fabricar por sí mismos", ahonda.

Los comentarios de Rubio se produjeron después de que EEUU impusiera sanciones a los productores de petróleo rusos Rosneft y Lukoil en octubre, en un esfuerzo por "degradar" la maquinaria de guerra de Rusia. Keatinge entiende que era demasiado pronto para decidir si las sanciones contra Rosneft y Lukoil habían sido efectivas, porque se había hecho poco para imponer sanciones secundarias contra las empresas que continuaban comprando su petróleo.

"Un régimen de sanciones exitoso depende no sólo de identificar nuevos objetivos, sino también de garantizar su implementación contra los ya identificados", afirmó. "Los aliados de Ucrania deben continuar implementando las sanciones existentes y tomar medidas contra quienes facilitan la evasión", concluye.

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