Radiografía del apoyo militar de EEUU a Israel: portaaviones, miles de soldados y cientos de cazas

Radiografía del apoyo militar de EEUU a Israel: portaaviones, miles de soldados y cientos de cazas 

Washington efectúa un ingente despliegue de efectivos y armamento con el fin de evitar el contagio del conflicto y la escalada de violencia en Oriente Próximo. En la otra cara de la moneda, hoy pasarán 20 camiones de ayuda humanitaria a Gaza.

El portaaviones estadounidense USS Gerald Ford, en una imagen de archivo.
El portaaviones estadounidense USS Gerald Ford, en una imagen de archivo.Mass Communication Specialist 2nd Class Ridge Leoni/U.S. Navy via Getty Images

Todos los ojos están puestos este viernes en la frontera egipcia con la Franja de Gaza, por donde pasarán una veintena de camiones con ayuda humanitaria hacia el enclave que Israel bombardea sin tregua con más de dos mil víctimas civiles y sobre el que ultima una operación militar sin precedentes, en respuesta al brutal ataque de Hamás sobre suelo israelí. Aunque buena parte de las oenegés han advertido de que el flujo necesario de esta ayuda a Gaza está en cien camiones diarios, lo que apunta a que será ínfima en esta situación catastrófica, se trata del punto al que han logrado llegar EEUU, Israel y Egipto.

Con todo, lo que Joe Biden ha logrado desbloquear en apoyo de los civiles palestinos en su visita exprés a Israel -incluso tuvo que cancelar su encuentro con la otra parte en Jordania tras la matanza en un hospital de Gaza- contrasta con la demostración de fuerza mediante el ingente despliegue militar que lleva a la región, en parte para exhibir su espaldarazo al Estado israelí, en parte como un mensaje claro de disuasión a otros actores internacionales de la región, con el fin de evitar un contagio o escalada del viejo conflicto árabe-israelí. 

Estamos hablando de un auténtico despliegue por tierra, mar y aire, si bien el Pentágono ha dejado muy clara cuál será su función y la gran línea roja. No intervendrán en misiones de combate en el conflicto que tiene lugar en la Franja. No es de extrañar, desde el inicio de la represalia israelí a Hamás -y teniendo en cuenta que se trata de un enclave con alta densidad de población, también para los civiles-, se han ido alzando voces desde socios de la Unión Europea y otros países advirtiendo de que se pueden cometer -o estar cometiendo- crímenes de guerra.

Portaaviones, cientos de aviones de combate y dos mil soldados

En esa línea, y según información recopilada por Associated Press, un portaaviones de Estados Unidos -el USS Gerald Ford, el mayor de la flota- y su grupo de ataque ya se encuentran en el Mediterráneo oriental y un segundo -el USS Dwight Eisenhower- ya salió desde puerto estadounidense y se dirige al mismo lugar. Otros tres buques de guerra de la Marina han puesto rumbo también hacia la región. 

La presencia de los portaaviones, lógicamente, significa que el potencial aéreo estadounidense va a experimentar un alza considerable. Aunque ya se habían enviado aviones a distintas bases de EEUU en la región, entre los dos portaaviones pueden llevar 135 cazas.

Antes de que Biden pusiera un pie en Israel, el martes ya habían llegado cinco cargamentos de armas y equipo estadounidense a la base de Nevatim, al este de Gaza. ¿Qué contienen? Difícil conocer el contenido exacto al tratarse de material bélico, pero sí ha trascendido que contenían bombas de diámetro pequeño, otras municiones y misiles interceptores para su sistema antiaéreo de la Cúpula de Hierro

Sobre esta última tecnología de defensa clave ante los cohetes de Hamás, se le proporcionará a Israel kits JDAM. Se trata de un estabilizador de cola y un kit de navegación que permite dotar a una bomba de un sistema de guiado hacia el objetivo contra el que impactar. En otras palabras, convierten una bomba 'tonta' en una bomba 'inteligente'.

Lo cierto es que el despliegue estadounidense también destaca por el envío de soldados, unos dos millares están listos, concretamente. Eso sin contar los efectivos de las Fuerzas Aéreas que podrían sumarse a la operación y las unidades de élite de las fuerzas especiales, que el Pentágono también ha aclarado que no participarán en ninguna hipotética misión de rescate de rehenes tomados por Hamás.

Allí ha sido enviado el grupo anfibio Bataan, conformado por tres buques que transportan a miles de marines de la 26ª Unidad Expedicionaria de Marines. También está en el Mediterráneo el USS Mesa Verde, un muelle de transporte anfibio, junto con el Bataan, un buque de asalto anfibio, y el Carter Hall, un buque de desembarco, que operaba en la región del Golfo ya va de camino al mar Rojo. Estas embarcaciones llevan helicópteros y naves de asalto con capacidad para desplegar marines o dar asistencia médica.

Esta estrategia de disuasión desde el mar siempre ha dado buen resultado para evitar escaladas con un actor clave en este conflicto y la región, Irán. Se debe a que los portaaviones no solo cuentan con capacidad destructiva, también sirven como centros de mando y control de cara a un elemento clave en los conflictos modernos, la guerra de información

Con todo, eso no quitar que alberguen aviones de combate F-18 y aviones de vigilancia E-2 Hawkeye, con capacidad para identificar misiles y movimientos de adversarios. De la misma forma, se reforzarán los escuadrones de A-10, F-15 y F-16 también en las bases de Oriente Medio, sin cerrar la puerta a más envíos de aeronaves de combate.

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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