En medio de las preocupaciones por un posible despliegue de bombarderos estratégicos rusos Tu-95MS cerca de sus fronteras, Australia ha recibido una oferta para fortalecer sus defensas aéreas, aunque el gobierno no cree que la amenaza sea real, según ha informado el medio Digi24. 

Lockheed Martin Corporation ha propuesto su sistema de lanzamiento Mark 41, capaz de disparar el misil estándar-6 con un alcance de ataque aéreo de 370 km, como una forma de seguro, según aseguró en una entrevista en The War Zone Edward Dobeck, director de sistemas de lanzamiento de la compañía.

Dobeck señaló que, para reforzar sus defensas, el ejército australiano carece de lanzadores terrestres en contenedores con capacidad antiaérea primaria y, si es posible, con opciones para atacar objetivos marítimos y terrestres también.

El fabricante estadounidense Lockheed Martin ya colabora con la Fuerza de Defensa de Australia, con la que trabaja en un nuevo Sistema Conjunto de Gestión de Batalla Aérea como parte del proyecto AIR6500 desde abril de 2024. El programa ya ha supuesto una inversión de 500 millones de dólares australianos del presupuesto del país.

En un principio, el fabricante estadounidense solo iba a desarrollar el sistema de control de fuego, pero ahora la compañía sugiere que también está integrando sus lanzadores para dar a las fuerzas australianas exactamente el tipo de sistema completo que necesitan para detectar y derrotar las amenazas aéreas, marítimas y terrestres. 

"En primer lugar, se trata del sistema de lanzamiento móvil Typhon, que utiliza misiles Tomahawk y SM-6, pero los estadounidenses también pueden ofrecer el lanzador Mk 70. Al igual que la versión del ejército, también está equipado con celdas de lanzamiento Mark 41 y ha demostrado en la práctica su capacidad para lanzar interceptores PAC-3 MSE desde el sistema de defensa aérea Patriot", según señala el mismo medio. 

Esta oferta es, independientemente de la decisión de Australia, un ejemplo ilustrativo de cómo podría ser la respuesta de Estados Unidos a las amenazas en un futuro no muy lejano: "cuando surja un nuevo desafío, la parte estadounidense simplemente ofrecerá a sus socios llenar los vacíos de capacidad, en particular comprando armas estadounidenses con las propiedades necesarias", agrega.