Suiza sopesa un giro radical en su histórica neutralidad

Suiza sopesa un giro radical en su histórica neutralidad

Aplica las sanciones impuestas por la UE a personas físicas y jurídicas cercanas al Kremlin, pero se niega a suministrar munición al Ejército ucraniano. 

La bandera de Suiza bajo un cielo nublado en Ginebra.FABRICE COFFRINI/AFP via Getty Images

La guerra en Ucrania ha obligado a Suiza a sopesar su histórica neutralidad. Este país aplica las sanciones impuestas por la Unión Europea a personas físicas y jurídicas cercanas al Kremlin, pero se ha negado a suministrar munición al Ejército ucraniano. Suiza se mueve entre dos aguas en el conflicto, según ha remarcado El Mundo, y se replantea su posición.

El Consejo Federal suizo se sumó a las sanciones al inicio del conflicto, hace más de un año, “para reforzar así el impacto de las mismas”. Esta decisión, con la que ha congelado activos financieros rusos por valor de casi 8.000 millones de francos suizos, fue una sorpresa para los socios europeos y reavivó el debate sobre lo que significa ser neutral.

Por ello, en septiembre, el Parlamento celebró un debate sobre la política de neutralidad. La conclusión fue que, siendo válida, "la neutralidad no es una norma rígida, sino un instrumento de política exterior, de seguridad y económica, que debe adaptarse al clima político general", matizó el Departamento Federal de Asuntos Exteriores.

Suiza, pese a esa tradicional neutralidad, es uno de los principales exportadores de armas. En 2022 exportó armamento a 60 países por valor de 955 millones de francos (960 millones de euros), un aumento del 29 % con respecto al año anterior, según cifras publicadas por el Ministerio de Economía.

Esta subida, sin embargo, no tuvo relación con la invasión rusa de Ucrania, ya que las leyes nacionales helvéticas prohíben la venta de armas a Estados en guerra, e incluso que terceros países que se las hayan adquirido a firmas de Suiza las puedan reexportar a dichos Estados en conflicto.

Presiones de sus socios europeos

A pesar del aumento de las presiones de sus socios europeos para que rompa con esta histórica premisa con motivo de la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno suizo insistió de nuevo el pasado viernes en que no permitirá la transferencia de armamento de fabricación suiza a terceros países.

Las autoridades suizas recalcaron que están comprometidos con sus valores de neutralidad y seguirán trabajando para garantizar que puedan llevarse a cabo. "Esta posición se basa en el compromiso con el derecho internacional humanitario, los Convenios de Ginebra y la mediación para alcanzar la paz", subrayaron.

"La tradición de neutralidad de Suiza no equivale a la indiferencia hacia la agresión de Rusia contra Ucrania, la cual Suiza ha condenado repetida y enérgicamente, exigiendo el cese de las hostilidades y la retirada de las tropas rusas de todo el territorio de Ucrania", apuntó.

En ese sentido, Suiza seguirá de cerca los debates acerca de esta postura que surgen dentro de sus propias instituciones y se reserva el poder emitir una nueva declaración al respecto "si fuera necesario".

Suiza ha informado de que en el último año, Alemania, Dinamarca y España han pedido romper con este principio de neutralidad por el cual se prohíbe la transferencia de material bélico suizo a terceros países. Sin embargo, ha destacado que se ha sumado a todas las sanciones lanzadas por la Unión Europea.

Suiza ha recordado que su política de neutralidad con respecto a Ucrania y Rusia viene ejerciéndola desde la anexión de Crimea en 2012. Según su legislación, "debe observar el principio de igualdad de trato con respecto a las exportaciones de armas".

"Las exportaciones de armas también se rigen por la legislación suiza (...) que establece que no se autorizarán (...) si el país de destino está involucrado en un conflicto armado interno o internacional. Este es el caso de Ucrania y Rusia", explica el Gobierno suizo en un comunicado

"Desde el 23 de noviembre de 2022 existe un embargo general de armas a Ucrania y Rusia (...) el suministro de material bélico a empresas de defensa europeas sigue siendo posible porque no violan la ley de neutralidad", explica.