Un experto usa la teoría de juegos para cambiar el tablero nuclear de la guerra
Esta teoría estudia las interacciones estratégicas entre actores recionales.

El principio de disuasión desde la Guerra Fría ha sido clave para mantener la paz entre las superpotencias nucleares. La lógica es sencilla: si ambas parte poseen armas nucleares, las consecuencias de utilizarlas son tan devastadoras que nunca se toma la decisión de apretar el botón.
Sin embargo, esta teoría ha sido puesta a prueba por la reciente por la creciente crisis en Ucrania y el incumplimiento de garantías de seguridad que el país recibió en 1994, cuando renunció a su arsenal nuclear soviético tras firmar el Memorándum de Budapest con Rusia, Reino Unido y EEUU. A cambio, estos países prometieron respetar su independencia y fronteras. Pero la invasión rusia de Ucrania en 2022 ha demostrado que los acuerdos no siempre son garantía de protección.
Este fracaso ha erosionado uno de los principios fundamentales de la disuasión nuclear: la confianza en los garantes internacionales. Los países como Corea del Norte, India, Pakistán e Israel han demostrado que poseer armas nucleares, incluso en contra de acuerdos internacionales, no ofrece una protección segura.
Explicación con la teoría de juegos
La teoría de juegos, que estudia las interacciones estratégicas entre actores recionales, nos ofrece una visión sobre este fenómeno. La disuasión nuclear, según esta teoría, requiere de un "compromiso creíble", donde un país que ofrece protección esté dispuesto a tomar medidas que perjudiquen sus propios intereses en caso de que se rompa el equilibrio.
En el caso de Ucrania, señala el experto Renaud Foucart en Asia Times, esto se ha traducido en el envío de apoyo militar y sanciones a Rusia, pero sin comprometerse directamente a una intervención a gran escala.
Sin embargo, las represalias no siempre son proporcionales. A lo largo de los años, incidentes como el derribo del vuelo MG17 por parte de tropas rusas o la intervención en elecciones europeas no han derivado en represalias directas contra Rusia. Esto ha mostrado que, a pesar de las amenazas, la disuasión nuclear se basa en el temor a una escalada catastrófica, lo que dificulta tomar acciones directas ante provocaciones.
El riesgo de abandonar a Ucrania ahora, después de tres años de lucha, sería un golpe devastador para la credibilidad de los compromisos internacionales. Esto, según la teoría de juegos, podría generar un 'efecto domino'. Países como Irán, Corea del Norte o incluso miembros de Europa podrían reconsiderar sus propios arsenales nucleares.
La disuasión, lejos de ser una solución universal, podría llevar al mundo a un escenario de proliferación nuclear, donde el equilibrio global se vería cada vez más frágil y la amenaza de una guerra nuclear, más cercana.
