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Unas imágenes captan la fase 2 del plan de Arabía Saudí que devorará el 20% de todo el acero del mundo

Unas imágenes captan la fase 2 del plan de Arabía Saudí que devorará el 20% de todo el acero del mundo

Tiene un coste estimado de 500.000 millones de dólares.

Unas imágenes captan la fase 2 del plan de Arabía Saudí que devorará el 20% de todo el acero del mundo

Tiene un coste estimado de 500.000 millones de dólares.

Unas imágenes captan la fase 2 del plan de Arabía Saudí que devorará el 20% de todo el acero del mundo

Tiene un coste estimado de 500.000 millones de dólares.

Unas imágenes captan la fase 2 del plan de Arabía Saudí que devorará el 20% de todo el acero del mundo

Tiene un coste estimado de 500.000 millones de dólares.

Unas imágenes captan la fase 2 del plan de Arabía Saudí que devorará el 20% de todo el acero del mundo

Tiene un coste estimado de 500.000 millones de dólares.

Vista satélite del progreso de la construcción de The Line, en Arabia Saudí.Gallo Images via Getty Images

La fase 2 del megaproyecto “The Line”, parte del plan urbanístico saudí Neom, ha sido captada en imágenes aéreas recientemente publicadas por el gerente del proyecto, Giles Pendleton. Las fotografías muestran una obra de dimensiones titánicas en plena expansión. 

“Ya ha comenzado el hormigonado”, informó Pendleton en una publicación en LinkedIn. Se trata de extensos campamentos de trabajo, sistemas de tuberías en instalación y las primeras estructuras visibles de lo que será una ciudad sin precedentes.

Con un coste estimado de 500.000 millones de dólares, que serían unos 462.000 millones de euros, The Line no es una simple ciudad. Es una línea recta de rascacielos de 170 kilómetros de longitud, 500 metros de altura y apenas 200 metros de ancho. Según sus creadores es capaz de albergar a nueve millones de personas en un entorno libre de coches, emisiones y contaminación.

El 20% de acero del mundo

Uno de los datos más impactantes que rodea al proyecto es su brutal demanda de materiales: The Line consumirá el 20% de todo el acero producido a nivel mundial. Las estructuras, visibles incluso desde el espacio, se alinearán en dos hileras de rascacielos de acero y cristal que superarán en altura a cualquier edificio de Europa.

Así lo confirmó Manar Al Moneef, director de inversiones de Neom, quien también adelantó que el complejo se convertirá en el mayor cliente logístico del planeta en la próxima década, con una demanda sin precedentes de cemento, ascensores y tecnología urbana.

Fase 2 en marcha

Las imágenes difundidas muestran el avance de la fase 2 donde se han establecido grandes campamentos de trabajo, estacionamientos vacíos que esperan la llegada de miles de trabajadores. Además, se ha comenzado la construcción de un puerto artificial, clave para abastecer el proyecto en medio del desierto del Nafud.

Pendleton confirmó que ya se ha iniciado el vertido de hormigón y la instalación de las infraestructuras básicas, incluyendo redes de agua. El objetivo sigue siendo  que todos los residentes tengan acceso a los servicios esenciales en menos de cinco minutos a pie y puedan atravesar la ciudad en tren subterráneo en solo 20 minutos.

Una utopía tecnológica con una gran polémica

La ciudad estará protegida por una gigantesca fachada de espejo de 500 metros de altura, diseñada para reflejar el entorno y minimizar el impacto visual. Energía solar, turbinas eólicas y tecnologías de movilidad como taxis voladores eléctricos formarán parte del modelo urbano, que Arabia Saudí promociona como el futuro de las ciudades sostenibles.

Sin embargo, este proyecto no está exento de polémica. Un documental de la cadena británica ITV, denunció la muerte de más de 21.000 trabajadores extranjeros durante la construcción, cifras que el gobierno saudí niega. Muchos de los fallecidos provienen de países como Nepal, India o Bangladesh, y habrían muerto por las extremas condiciones del desierto.

Además, se calcula que más de 100.000 migrantes han desaparecido desde el inicio del proyecto en 2017. A esto se suma el desplazamiento forzoso de hasta 20.000 miembros de tribus beduinas, cuyos territorios tradicionales están siendo ocupados por el proyecto.

La fase 2 del megaproyecto “The Line”, parte del plan urbanístico saudí Neom, ha sido captada en imágenes aéreas recientemente publicadas por el gerente del proyecto, Giles Pendleton. Las fotografías muestran una obra de dimensiones titánicas en plena expansión. 

“Ya ha comenzado el hormigonado”, informó Pendleton en una publicación en LinkedIn. Se trata de extensos campamentos de trabajo, sistemas de tuberías en instalación y las primeras estructuras visibles de lo que será una ciudad sin precedentes.

Con un coste estimado de 500.000 millones de dólares, que serían unos 462.000 millones de euros, The Line no es una simple ciudad. Es una línea recta de rascacielos de 170 kilómetros de longitud, 500 metros de altura y apenas 200 metros de ancho. Según sus creadores es capaz de albergar a nueve millones de personas en un entorno libre de coches, emisiones y contaminación.

El 20% de acero del mundo

Uno de los datos más impactantes que rodea al proyecto es su brutal demanda de materiales: The Line consumirá el 20% de todo el acero producido a nivel mundial. Las estructuras, visibles incluso desde el espacio, se alinearán en dos hileras de rascacielos de acero y cristal que superarán en altura a cualquier edificio de Europa.

Así lo confirmó Manar Al Moneef, director de inversiones de Neom, quien también adelantó que el complejo se convertirá en el mayor cliente logístico del planeta en la próxima década, con una demanda sin precedentes de cemento, ascensores y tecnología urbana.

Fase 2 en marcha

Las imágenes difundidas muestran el avance de la fase 2 donde se han establecido grandes campamentos de trabajo, estacionamientos vacíos que esperan la llegada de miles de trabajadores. Además, se ha comenzado la construcción de un puerto artificial, clave para abastecer el proyecto en medio del desierto del Nafud.

Pendleton confirmó que ya se ha iniciado el vertido de hormigón y la instalación de las infraestructuras básicas, incluyendo redes de agua. El objetivo sigue siendo  que todos los residentes tengan acceso a los servicios esenciales en menos de cinco minutos a pie y puedan atravesar la ciudad en tren subterráneo en solo 20 minutos.

Una utopía tecnológica con una gran polémica

La ciudad estará protegida por una gigantesca fachada de espejo de 500 metros de altura, diseñada para reflejar el entorno y minimizar el impacto visual. Energía solar, turbinas eólicas y tecnologías de movilidad como taxis voladores eléctricos formarán parte del modelo urbano, que Arabia Saudí promociona como el futuro de las ciudades sostenibles.

Sin embargo, este proyecto no está exento de polémica. Un documental de la cadena británica ITV, denunció la muerte de más de 21.000 trabajadores extranjeros durante la construcción, cifras que el gobierno saudí niega. Muchos de los fallecidos provienen de países como Nepal, India o Bangladesh, y habrían muerto por las extremas condiciones del desierto.

Además, se calcula que más de 100.000 migrantes han desaparecido desde el inicio del proyecto en 2017. A esto se suma el desplazamiento forzoso de hasta 20.000 miembros de tribus beduinas, cuyos territorios tradicionales están siendo ocupados por el proyecto.

La fase 2 del megaproyecto “The Line”, parte del plan urbanístico saudí Neom, ha sido captada en imágenes aéreas recientemente publicadas por el gerente del proyecto, Giles Pendleton. Las fotografías muestran una obra de dimensiones titánicas en plena expansión. 

“Ya ha comenzado el hormigonado”, informó Pendleton en una publicación en LinkedIn. Se trata de extensos campamentos de trabajo, sistemas de tuberías en instalación y las primeras estructuras visibles de lo que será una ciudad sin precedentes.

Con un coste estimado de 500.000 millones de dólares, que serían unos 462.000 millones de euros, The Line no es una simple ciudad. Es una línea recta de rascacielos de 170 kilómetros de longitud, 500 metros de altura y apenas 200 metros de ancho. Según sus creadores es capaz de albergar a nueve millones de personas en un entorno libre de coches, emisiones y contaminación.

El 20% de acero del mundo

Uno de los datos más impactantes que rodea al proyecto es su brutal demanda de materiales: The Line consumirá el 20% de todo el acero producido a nivel mundial. Las estructuras, visibles incluso desde el espacio, se alinearán en dos hileras de rascacielos de acero y cristal que superarán en altura a cualquier edificio de Europa.

Así lo confirmó Manar Al Moneef, director de inversiones de Neom, quien también adelantó que el complejo se convertirá en el mayor cliente logístico del planeta en la próxima década, con una demanda sin precedentes de cemento, ascensores y tecnología urbana.

Fase 2 en marcha

Las imágenes difundidas muestran el avance de la fase 2 donde se han establecido grandes campamentos de trabajo, estacionamientos vacíos que esperan la llegada de miles de trabajadores. Además, se ha comenzado la construcción de un puerto artificial, clave para abastecer el proyecto en medio del desierto del Nafud.

Pendleton confirmó que ya se ha iniciado el vertido de hormigón y la instalación de las infraestructuras básicas, incluyendo redes de agua. El objetivo sigue siendo  que todos los residentes tengan acceso a los servicios esenciales en menos de cinco minutos a pie y puedan atravesar la ciudad en tren subterráneo en solo 20 minutos.

Una utopía tecnológica con una gran polémica

La ciudad estará protegida por una gigantesca fachada de espejo de 500 metros de altura, diseñada para reflejar el entorno y minimizar el impacto visual. Energía solar, turbinas eólicas y tecnologías de movilidad como taxis voladores eléctricos formarán parte del modelo urbano, que Arabia Saudí promociona como el futuro de las ciudades sostenibles.

Sin embargo, este proyecto no está exento de polémica. Un documental de la cadena británica ITV, denunció la muerte de más de 21.000 trabajadores extranjeros durante la construcción, cifras que el gobierno saudí niega. Muchos de los fallecidos provienen de países como Nepal, India o Bangladesh, y habrían muerto por las extremas condiciones del desierto.

Además, se calcula que más de 100.000 migrantes han desaparecido desde el inicio del proyecto en 2017. A esto se suma el desplazamiento forzoso de hasta 20.000 miembros de tribus beduinas, cuyos territorios tradicionales están siendo ocupados por el proyecto.

La fase 2 del megaproyecto “The Line”, parte del plan urbanístico saudí Neom, ha sido captada en imágenes aéreas recientemente publicadas por el gerente del proyecto, Giles Pendleton. Las fotografías muestran una obra de dimensiones titánicas en plena expansión. 

“Ya ha comenzado el hormigonado”, informó Pendleton en una publicación en LinkedIn. Se trata de extensos campamentos de trabajo, sistemas de tuberías en instalación y las primeras estructuras visibles de lo que será una ciudad sin precedentes.

Con un coste estimado de 500.000 millones de dólares, que serían unos 462.000 millones de euros, The Line no es una simple ciudad. Es una línea recta de rascacielos de 170 kilómetros de longitud, 500 metros de altura y apenas 200 metros de ancho. Según sus creadores es capaz de albergar a nueve millones de personas en un entorno libre de coches, emisiones y contaminación.

El 20% de acero del mundo

Uno de los datos más impactantes que rodea al proyecto es su brutal demanda de materiales: The Line consumirá el 20% de todo el acero producido a nivel mundial. Las estructuras, visibles incluso desde el espacio, se alinearán en dos hileras de rascacielos de acero y cristal que superarán en altura a cualquier edificio de Europa.

Así lo confirmó Manar Al Moneef, director de inversiones de Neom, quien también adelantó que el complejo se convertirá en el mayor cliente logístico del planeta en la próxima década, con una demanda sin precedentes de cemento, ascensores y tecnología urbana.

Fase 2 en marcha

Las imágenes difundidas muestran el avance de la fase 2 donde se han establecido grandes campamentos de trabajo, estacionamientos vacíos que esperan la llegada de miles de trabajadores. Además, se ha comenzado la construcción de un puerto artificial, clave para abastecer el proyecto en medio del desierto del Nafud.

Pendleton confirmó que ya se ha iniciado el vertido de hormigón y la instalación de las infraestructuras básicas, incluyendo redes de agua. El objetivo sigue siendo  que todos los residentes tengan acceso a los servicios esenciales en menos de cinco minutos a pie y puedan atravesar la ciudad en tren subterráneo en solo 20 minutos.

Una utopía tecnológica con una gran polémica

La ciudad estará protegida por una gigantesca fachada de espejo de 500 metros de altura, diseñada para reflejar el entorno y minimizar el impacto visual. Energía solar, turbinas eólicas y tecnologías de movilidad como taxis voladores eléctricos formarán parte del modelo urbano, que Arabia Saudí promociona como el futuro de las ciudades sostenibles.

Sin embargo, este proyecto no está exento de polémica. Un documental de la cadena británica ITV, denunció la muerte de más de 21.000 trabajadores extranjeros durante la construcción, cifras que el gobierno saudí niega. Muchos de los fallecidos provienen de países como Nepal, India o Bangladesh, y habrían muerto por las extremas condiciones del desierto.

Además, se calcula que más de 100.000 migrantes han desaparecido desde el inicio del proyecto en 2017. A esto se suma el desplazamiento forzoso de hasta 20.000 miembros de tribus beduinas, cuyos territorios tradicionales están siendo ocupados por el proyecto.

La fase 2 del megaproyecto “The Line”, parte del plan urbanístico saudí Neom, ha sido captada en imágenes aéreas recientemente publicadas por el gerente del proyecto, Giles Pendleton. Las fotografías muestran una obra de dimensiones titánicas en plena expansión. 

“Ya ha comenzado el hormigonado”, informó Pendleton en una publicación en LinkedIn. Se trata de extensos campamentos de trabajo, sistemas de tuberías en instalación y las primeras estructuras visibles de lo que será una ciudad sin precedentes.

Con un coste estimado de 500.000 millones de dólares, que serían unos 462.000 millones de euros, The Line no es una simple ciudad. Es una línea recta de rascacielos de 170 kilómetros de longitud, 500 metros de altura y apenas 200 metros de ancho. Según sus creadores es capaz de albergar a nueve millones de personas en un entorno libre de coches, emisiones y contaminación.

El 20% de acero del mundo

Uno de los datos más impactantes que rodea al proyecto es su brutal demanda de materiales: The Line consumirá el 20% de todo el acero producido a nivel mundial. Las estructuras, visibles incluso desde el espacio, se alinearán en dos hileras de rascacielos de acero y cristal que superarán en altura a cualquier edificio de Europa.

Así lo confirmó Manar Al Moneef, director de inversiones de Neom, quien también adelantó que el complejo se convertirá en el mayor cliente logístico del planeta en la próxima década, con una demanda sin precedentes de cemento, ascensores y tecnología urbana.

Fase 2 en marcha

Las imágenes difundidas muestran el avance de la fase 2 donde se han establecido grandes campamentos de trabajo, estacionamientos vacíos que esperan la llegada de miles de trabajadores. Además, se ha comenzado la construcción de un puerto artificial, clave para abastecer el proyecto en medio del desierto del Nafud.

Pendleton confirmó que ya se ha iniciado el vertido de hormigón y la instalación de las infraestructuras básicas, incluyendo redes de agua. El objetivo sigue siendo  que todos los residentes tengan acceso a los servicios esenciales en menos de cinco minutos a pie y puedan atravesar la ciudad en tren subterráneo en solo 20 minutos.

Una utopía tecnológica con una gran polémica

La ciudad estará protegida por una gigantesca fachada de espejo de 500 metros de altura, diseñada para reflejar el entorno y minimizar el impacto visual. Energía solar, turbinas eólicas y tecnologías de movilidad como taxis voladores eléctricos formarán parte del modelo urbano, que Arabia Saudí promociona como el futuro de las ciudades sostenibles.

Sin embargo, este proyecto no está exento de polémica. Un documental de la cadena británica ITV, denunció la muerte de más de 21.000 trabajadores extranjeros durante la construcción, cifras que el gobierno saudí niega. Muchos de los fallecidos provienen de países como Nepal, India o Bangladesh, y habrían muerto por las extremas condiciones del desierto.

Además, se calcula que más de 100.000 migrantes han desaparecido desde el inicio del proyecto en 2017. A esto se suma el desplazamiento forzoso de hasta 20.000 miembros de tribus beduinas, cuyos territorios tradicionales están siendo ocupados por el proyecto.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

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Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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