Capturan por primera vez cómo atacan las serpientes en una prueba que pondrá los pelos de punta a los más sensibles
Los investigadores experimentaron un suceso casi imposible de presenciar.
Un grupo de científicos ha logrado registrar en detalle, y por primera vez, la velocidad y precisión con la que atacan las serpientes venenosas. Las imágenes, tomadas en cámara superlenta, muestran movimientos tan rápidos que apenas duran unas milésimas de segundo, revelando la sorprendente eficacia de estos depredadores.
El estudio, publicado en la Revista de Biología Experimental, analizó 36 especies de serpientes pertenecientes a tres grandes familias: víboras, elápidos y colúbridos. Para observar sus ataques, los investigadores utilizaron un gel translúcido que imita la textura del músculo y la piel humana, registrando las mordidas a 1.000 fotogramas por segundo.
Los resultados mostraron que las víboras son las más veloces: lanzan su ataque en apenas 100 milisegundos, un tiempo menor que el de un reflejo humano. Además, antes de inyectar el veneno, reposicionan sus colmillos para asegurar el impacto, una maniobra casi imperceptible a simple vista.
Los elápidos —familia que incluye cobras, mambas y serpientes australianas— emplean una táctica diferente: se acercan con sigilo y muerden varias veces seguidas, relajando y apretando las mandíbulas para prolongar el flujo de veneno. Los colúbridos, por su parte, deben abrir más la boca y rotar las mandíbulas, ya que sus colmillos se encuentran en la parte posterior.
Durante las grabaciones, los científicos registraron un fenómeno inédito: la rotura de un diente en una víbora Macrovipera lebetina durante el ataque. Aunque la pérdida de dientes es habitual en estos reptiles —los reemplazan constantemente—, nunca antes se había captado el momento exacto en video.
El profesor Alistair Evans, de la Universidad de Monash y coautor del estudio, destacó que entender cómo cazan y se alimentan estas especies es clave para su conservación. "Solo conociendo su comportamiento podemos diseñar programas eficaces para protegerlas", señaló.
La investigación se llevó a cabo en las instalaciones de Venomworld, en París, un centro especializado en la extracción de venenos de serpientes y escorpiones para su uso en medicina y farmacología. Allí, los expertos esperan que este trabajo sirva también para mejorar la seguridad y el manejo de estos animales en entornos controlados.