Un nuevo color de gato desafía todas las expectativas genéticas
Un hallazgo que despierta el interés de toda una comunidad científica.

Para todo apasionado de los gatos, el color del pelaje y la raza no son solo cuestiones estéticas, sino pequeños rasgos que influyen en cuestión de favoritismos y en anécdotas sobre el carácter del animal. Hay quien asegura que los atigrados son juguetones, los negros misteriosos o los esmoquin elegantes, pero lo que sí está claro es que esa mezcla de color y personalidad forma parte del encanto felino.
Recientemente, un equipo de científicos en Finlandia ha identificado oficialmente un nuevo y llamativo color de pelaje en gatos domésticos: el salmiak o “regaliz salado”. Esta aparición abre una ventana inesperada sobre cómo se forma el color en los felinos y corrige suposiciones previas sobre su origen, despertando el interés de la comunidad científica y de criadores, ya que además representa una rareza genética con posibles implicaciones para la cría.
El rasgo se caracteriza por mechones de pelo que nacen oscuros cerca de la raíz y van aclarando gradualmente hacia la punta. Este efecto degradado que alcanza un blanco fantasmal al final del pelaje recuerda al popular dulce salado finlandés salmiakki, de donde proviene el nombre. El primer registro de gatos con este patrón se remonta a 2007 en la localidad finlandesa de Petäjävesi.
¿Cómo es posible?
En 2019, un equipo de investigadores liderado por la genetista Heidi Anderson inició un estudio sistemático para desentrañar el origen de esta peculiaridad genética. Al principio pensaron que aquel efecto era sólo una variación del conocido gen de la dilución, el que atenúa el color negro y naranja hacia tonos más claros y es responsable del color blanco, pero los análisis genéticos descartaron esa explicación simple.
Frente a la ausencia de las variantes conocidas, el equipo recurrió a la secuenciación del genoma completo de dos de estos felinos especiales. Posteriormente, analizaron 181 gatos para asegurar la asociación y confirmar que la secuencia faltante era la responsable del color del pelaje del salmiak y que la mutación era recesiva: el gato solo expresaría este color si heredaba la mutación de ambos progenitores, razón por la cual este patrón no es tan común.
El estudio, publicado en la revista Animal Genetics, evidencia que la causa del patrón salmiak es una pérdida de 95.000 pares de bases en el gen KIT. La ausencia de este fragmento de ADN altera la distribución de melanina en el pelaje, causando ese peculiar efecto degradado de oscuro a claro en estos gatos. “Es emocionante tener por fin una explicación genética”, afirmó la genetista líder del estudio.
Según los autores, este estudio contribuye a una mejor comprensión del gen KIT y de los mecanismos que regulan la coloración en mamíferos. Además, conocer la variante resulta útil en programas de cría selectiva y en la conservación de rasgos genéticos poco frecuentes en animales domésticos. La aparición del salmiak recuerda a la genética moderna que, incluso en un animal tan estudiado como el gato doméstico, todavía hay sorpresas por descubrir.
