Un investigador alerta del rincón de la casa que se vuelve peligroso durante una tormenta eléctrica de verano
Aunque resguardarse bajo techo es lo más seguro, estar dentro de casa no elimina por completo el peligro.

Con la llegada del calor estival, las tormentas eléctricas empiezan a aparecer con fuerza en distintos puntos de España. Este fenómeno, habitual en las tardes de julio y agosto especialmente en zonas del interior y la costa mediterránea, puede resultar peligroso si no se toman ciertas precauciones.
Antti Mäkelä, experto en tormentas del Instituto Meteorológico de Finlandia, advierte en el medio finlandés Iltalehti sobre uno de los lugares más arriesgados donde estar cuando se desencadena una tormenta: el agua.
"Recomiendo no bañarse. El rayo cae desde la nube buscando el punto más alto, y en el agua ese punto es la cabeza del bañista", explica. El consejo general de Mäkelä es aplicar el sentido común, lo que implica también alejarse tanto de la playa como de zonas despejadas en plena tormenta.
Los rayos pueden alcanzar el agua incluso si impactan cerca de la orilla, por lo que tampoco es seguro quedarse en la línea de flotación. Prefieren los puntos elevados: árboles, postes y personas solas en espacios abiertos son especialmente vulnerables.
Aunque resguardarse bajo techo es lo más seguro, estar dentro de casa no elimina por completo el peligro. Mäkelä insiste en que hay ciertos gestos cotidianos que es mejor evitar durante una tormenta.
“No deberías ducharte mientras hay rayos cerca”, advierte. “No hace falta que el rayo impacte directamente sobre la vivienda; si cae en un árbol del jardín o en una farola cercana, la electricidad puede transmitirse por las tuberías de metal”, explica. Por esa razón, recomienda no tocar grifos ni estructuras metálicas durante la tormenta.
Además, se aconseja desconectar los cables de alimentación de electrodomésticos y televisores, ya que pueden estropearse fácilmente por una subida de tensión provocada por la caída de un rayo.
¿Y qué pasa con el móvil? Según Mäkelä, usar el teléfono móvil es seguro, siempre que no esté conectado al cargador. “No hay problema en usarlo mientras no esté enchufado”, concluye.
