Muere Robe Iniesta, líder y cantante de Extremoduro, a los 63 años
El músico extremeño, uno de los referentes del rock en español de las últimas décadas, tuvo que dejar los escenarios hace un año por problemas de salud
Fundador de Extremoduro, compositor, una de la figuras centrales del rock en español, escritor, poeta... Roberto Iniesta Ojea, conocido simplemente como Robe, ha muerto a los 63 años, según ha confirmado esta noche el grupo en "la nota de prensa más triste de nuestra vida”, donde se subraya la huella artística que ha dejado un creador que convirtió su obra en un espacio propio, reconocible desde sus primeros años y central en la cultura popular española de las últimas décadas: "Despedimos al último gran filósofo, al último gran humanista y literato contemporáneo de lengua hispana y al cantante cuyas melodías han conseguido estremecer a generaciones y generaciones”. La muerte de Robe Iniesta llega un año después de anunciar la suspensión de sus últimos conciertos en Madrid tras haberle diagnosticado un tromboembolismo pulmonar y solo un día después del adiós a otro histórico del rock en España, Jorge Martínes, líder de Ilegales.
La nota difundida por Dromedario Records se adentra también en la dimensión humana del músico extremeño. “Hoy despedimos al maestro de maestros. Y es que, es unánime, todo el que ha tenido la suerte de trabajar con Robe, después de hacerlo, reconoce ser mucho mejor profesional, y mucho mejor persona”, señala un texto que lo sitúa como un creador perfeccionista “siempre al Extremo”, como un jefe exigente, a veces duro, pero “siempre justo y generoso con quien es leal”, y un hombre que defendió sus convicciones incluso cuando ese empeño le obligó a volver a empezar desde cero.
El mensaje, publicado también en las redes sociales del grupo, recalca también el legado que ha dejado Robe Iniesta, cuya trayectoria ha desbordado todos los límites del rock y ha entrado en campos donde su voz (a veces incómoda, pero siempre reconocible) y su forma de estar y entender el mundo ha generado consenso: “Como buen filósofo nos has enseñado a pensar. Como artista… la definición de perfeccionismo al Extremo. Como líder político, capaz de poner de acuerdo a PSOE, PP, Unidas Podemos y Vox. Como líder social, sus planes para salvar el mundo: campañas ecologistas, ayudas a ONG”.
La despedida, que firman más de medio centenar de familiares, músicos y colaboradores del grupo, termina con una imagen que resume a la perfección su relación con el público que "le dio la vida y él se la dio a ellos”: “Seguiremos siempre por el camino que nos has enseñado”, escriben antes de un último guiño al imaginario del artista: “¡Al camino recto por el más torcido! ¡Vuela alto, hombre pájaro!”. Ese mismo entorno, también anuncia un homenaje público en Plasencia, cuya fecha y hora se comunicarán en los próximos días.
El último adiós a Robe Iniesta recuerda, además, los muchos reconocimientos que recibió en los últimos años, desde la Medalla de Oro a las Bellas Artes de 2024 hasta el título de Hijo Predilecto de Plasencia. También la inauguración de la Avenida Roberto Iniesta, la apertura de locales de ensayo con su nombre o la utilización del tema El poder del arte en la campaña del Museo del Prado en 2024.
Una vida dedicada a la música
Robe Iniesta nació en Plasencia en 1962. Dejó los estudios en tercero de BUP y mientras comenzaba a escribir sus primeras canciones, empezó a trabajar con su padre y en una pequeña tienda de chucherías. A los veinte años formó su primer grupo, Dosis Letal, un proyecto modesto que sirvió de arranque para una trayectoria marcada desde el principio por la intuición creativa y la falta de recursos materiales.
En 1987 tomó la decisión de fundar Extremoduro. Para grabar su primera maqueta, él y sus compañeros recurrieron a un sistema tan artesanal como eficaz: vendieron papeletas a mil pesetas que luego se canjearían por una copia del disco. Con esa iniciativa lograron entrar en un estudio y editar Rock transgresivo en 1989, un trabajo que circuló por Extremadura y llamó la atención de varias discográficas. Esa primera etapa estuvo marcada por los cambios de sello discográfico, las tensiones internas y una mudanza a Barcelona que dio paso a la llamada “era del caos”, un periodo marcado por los conciertos sin orden, una vida personal convulsa y la aparición de Iñaki “Uoho” Antón, figura clave en su evolución artística.
El salto definitivo llegó en 1996 con Agila, un álbum que situó a Extremoduro en el centro del rock español. Ese mismo año recibió la noticia de la muerte de su padre, un golpe que acompañó el despegue creativo de una banda que cade vez más tenía una identidad más definida. A finales de los noventa, Iniesta mantuvo el ritmo de la gira y del estudio y, junto a Antón, Fito Cabrales y el poeta Manolo Chinato, alumbró el proyecto Extrechinato y Tú. Tras cinco años de trabajo, publicaron Poesía básica en 2001, un homenaje a la obra de Chinato que se convirtió en un disco de referencia.
En 2002 publicó con Extremoduro Yo, minoría absoluta, y poco después creó con Antón el sello Muxik, con el propósito de apoyar a nuevos grupos. Entre 2008 y 2013 llegaron varios de los trabajos más celebrados del grupo, como La ley innata, Material defectuoso y Para todos los públicos, publicados en medio de giras multitudinarias. En 2014 recibió la Medalla de Extremadura, el mayor reconocimiento institucional de su comunidad.
En paralelo, Robe Iniesta desarrolló una intensa carrera en solitario. En 2015 publicó Lo que aletea en nuestras cabezas, al que le siguieron Destrozares, canciones para el final de los tiempos (2016), el directo Bienvenidos al temporal (2018), Mayéutica (2021) y Se nos lleva el aire (2023). Entre 2021 y 2024 recorrió España con varias giras, mientras estaba listo para publicar nueva música, encadenando proyectos que ampliaron más su legado.
En noviembre de 2024, un tromboembolismo pulmonar le obligó a cancelar los últimos conciertos previstos en el WiZink Center de Madrid. Pocas semanas después recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, un reconocimiento que cerró una etapa de homenajes públicos a una trayectoria que marcó de forma decisiva la música española. Su obra, entre los discos de Extremoduro, sus álbumes en solitario y su incursión literaria con El viaje íntimo de la locura (2009), ha dejado un legado creativo que seguirá presente en la memoria colectiva.