Óscar Martín desentierra el vampirismo ilustrado en su nueva película rodada UPIRO
El rodaje de UPIRO arranca en Manresa con una escena clave en el Monasterio de Sant Pere de Casserres, donde la ficción y la historia se funden en un inquietante relato de fe y oscuridad.

Este 21 de mayo, el claustro del Convento de Sant Francesc de Paula se convirtió en el epicentro de un proyecto cinematográfico que promete remover los cimientos del cine de género en España. Allí, entre muros centenarios y ecos de rezos antiguos, se presentó oficialmente UPIRO, el nuevo largometraje de Óscar Martín, una obra que se adentra en las sombras del siglo XVIII para explorar el primer caso documentado de vampirismo reconocido por la Iglesia Católica en la Península Ibérica.
Durante cuatro semanas, Manresa se transformará en un plató histórico gracias al respaldo de la Manresa Film Office, que ha facilitado el acceso a localizaciones tan emblemáticas como la Basílica de La Seu y el Monasterio de Sant Pere de Casserres.
La película, una coproducción entre El Ojo Mecánico, La Charito Films y la belga Okayss, cuenta con un reparto que combina juventud y veteranía. La actriz belga Pauline Brisy encarna a Ana, una novicia atrapada en un convento donde varias internas padecen una misteriosa enfermedad de la sangre. A su lado, figuras como Diego Anido, Javier Botet, María Galiana, Juanjo Puigcorbé y Enrique Martínez dan vida a un elenco coral que se mueve entre la superstición, la ciencia y el miedo colectivo.

Óscar Martín, que ya dejó huella con Amigo, vuelve a colaborar con la productora y guionista Elena Muñoz, cofundadora de El Ojo Mecánico. En la presentación, Martín explicó que UPIRO no es solo una historia de vampiros, sino una reflexión sobre los mecanismos de control social y religioso en una España que comenzaba a debatirse entre la fe ciega y la razón ilustrada. Martín “El giro al vampirismo nos permite hablar del miedo colectivo, de los fanatismos religiosos de la época y cómo puede afectar mentalmente a las personas, desde la sugestión a la histeria colectiva. También mostrar la realidad social de la época y el por qué muchas mujeres acababan siendo enviadas contra su voluntad a los conventos y cómo éstos, más allá de su función espiritual y de ayuda al prójimo, suponían una importante herramienta de sumisión al servicio del poder., afirmó el director.
El germen de la historia nace de una investigación que duró varios años, en la que Martín y Muñoz rescataron leyendas locales y documentos históricos que hablaban del padre Rubís, un fraile franciscano cuya exhumación reveló un cuerpo aún caliente, lo que lo convirtió en santo popular. Este hecho real sirve como detonante para una trama que mezcla el suspense histórico con elementos sobrenaturales, en un contexto donde la medicina y la religión chocan violentamente.
La productora Elena Muñoz ha destacado “el tremendo apoyo que nos han brindado tanto Charito Films como la Manresa Film Office para sacar adelante este proyecto. Una película que soñamos Óscar y yo hace 5 años y en la que hemos trabajado duramente hasta hacerla realidad. Contar con la colaboración del ayuntamiento de Manresa y unas localizaciones tan especiales como el Convento de Sant Francesc de Paula o la Basílica de la Seu nos ayuda a hacer la historia de estas novicias una realidad”.
La película ya ha cosechado reconocimientos incluso antes de su rodaje. Fue premiada en el Blood Window LAB de Ventana Sur, y seleccionada en festivales y laboratorios internacionales como Sitges, Cannes Frontières, BIFAN (Corea), BIFFF (Bélgica), Cinema qua non lab (México) y SANFIC Mórbido Lab (Chile). Su estreno internacional está previsto para 2026, con distribución a cargo de WTFILMS.
Desde el Ayuntamiento de Manresa, Joan Vila Marta y Aleix Ferrer destacaron el valor estratégico de acoger producciones como UPIRO, que no solo dinamizan la economía local, sino que posicionan a la ciudad como un referente cultural y cinematográfico.