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Un viaje a lo efímero de lo residual frente al 'scroll' digital de la mano de Rocío Aguirre y Camilo Delpin

Un viaje a lo efímero de lo residual frente al 'scroll' digital de la mano de Rocío Aguirre y Camilo Delpin

Ambos fotógrafos chilenos han expuesto 'Inventario de materias frágiles' en PHotoEspaña, que este año tiene a Chile como país invitado.

Obras de Rocío Aguirre y de Camilo Delpin en 'Inventario de Materias Frágiles'©Rocío Aguirre / ©Camilo Delpin

El consumismo, lo efímero y la necesidad de capturar un instante en un momento en el que las imágenes se suceden en un scroll infinito en redes sociales, se entremezclan en las obras de los fotógrafos Rocío Aguirre y Camilo Delpin en su exposición Inventario de materias frágiles. Una ventana para detenerse frente a algo que normalmente pasa desapercibido en una sociedad cada vez más acelerada.

La muestra, abierta al público en el espacio madrileño Spolia Haus hasta este 14 de septiembre en el marco de PHotoEspaña, agrupa los proyectos individuales de ambos artistas chilenos en los que reflexionan sobre "la atención a lo residual como forma de resistencia y reflexión".

Este año Chile se ha convertido en el primer país invitado de honor de la muestra fotográfica en esta 28ª edición, buscando reconocer y visibilizar la labor de fotógrafos y artistas visuales del país. No obstante, Aguirre, ya había participado en la edición de 2023 con un proyecto más personal, su diario fotográfico Rocío [2008-2022] en el que en formato libro compartía sus imágenes más íntimas.

En su entrevista con El HuffPost, la fotógrafa recuerda que entonces fue un repaso de su vida y ahora trata de hacer una simbiosis junto a Delpin. En el caso de Aguirre, su trabajo analógico, a través de cianotipias secadas al sol, muestra la acumulación de residuos y productos que formaron parte de su día a día. 

"En el caso de mi técnica, es algo que funciona como ensayo-error porque tienes que ir probando los tiempos, se hace con el sol y con agua para cazarlo exactamente, aunque de repente se van moviendo cosas por el viento y cambia la obra que tú tenías pensada, también tiene una suerte de magia", recuerda Aguirre. El sol está presente en ambas obras, en el caso de Aguirre para "lavar y fijar" y en el de Delpin, a través de los destellos en el agua a través de una iluminación natural concreta, pero también presentes en una serie de personajes indeterminados identificados como deidades o iconos.

"La iluminación es luz continua, no hay Photoshop, los brillos que se ven son luces reales que generan estos destellos", explica Delpin, quien recuerda que frente a la inmediatez de las redes sociales, su obra "trata de congelar uno de estos momentos del scroll". 

"Ya el simple hecho de traerlo a una exposición, incluso de quitarlo de lo digital como de que no esté en el móvil o en una website o en Instagram, incluso el mismo ejercicio de hacer los brillos fue una cosa muy metódica", explica el artista que estuvo durante año y medio realizando esta serie de fotografías. 

Para la realización de estos personajes icónicos, oscuros pero a la vez iluminados por estos destellos, Delpin quería reflexionar también sobre el tiempo acelerado y la personalización de iconos muy ligada a la filosofía y la religión.

"Venía leyendo distintos autores relacionados con la filosofía, la política o ensayos que hablaban mucho sobre la falta de nuevos imaginarios religiosos o míticos, como que ya esos personajes ya se diluyeron y ya no existen prácticamente y ni siquiera las religiones tienen tanta fuerza", explica el autor, que le ha puesto nombres de dioses griegos o romanos a cada una de estas imágenes

"Tienen que ver un poco con utilizar esos códigos que ocupaba la religión etcétera y que ahora lo reemplaza o la moda, como estas imágenes supremas, perfectas luminosas oscuras al mismo tiempo y esa ambivalencia que generan las imágenes como de deidades. Esa es la idea, que estos brillos se personifican y finalmente terminan transformándose en estas deidades efímeras, sin identidad tan marcada pero como con una forma humana y oscura", detalla.

Con respecto a las imágenes de Aguirre, la fotógrafa recopiló durante tres meses todo aquellos residuos que podía acumular: "Quise comprobar cuál es lo máximo que puedo acumular sin forzarlo, pero siendo consciente en mi día a día de cuántas cosas llegan a mi casa, desde un paquete de Glovo a marcas que me envían para hacer unboxing o cualquier cosa que comprara en el super". 

Paquetes de comida de plástico, botellas rotas o incluso un mantel con flores pedido por Shein con las medidas incorrectas reflejan ese "residuo moderno" provocado también por las compras impulsivas.

El turbocapitalismo en Chile o la visión de una generación nacida en democracia

Su visión desde el objetivo de su cámara es el reflejo de una generación millenial en Chile [ambos nacieron en 1989 en Concepción], son los únicos participantes en esta sección del país invitado de PHotoEspaña que nacieron en democracia y, por tanto, su discurso se separa del de otros artistas chilenos que hablan de la dictadura o del colonialismo.

"La economía se hizo neoliberal que es una economía completamente ajena a lo que es España. Es muy cambiante, es turbocapitalista real, muy del desecho, de la reinvención, de lo plástico, del nada es importante, nada es perdurable, todo se comercializa de una manera burda", recuerda el fotógrafo, quien apunta que ellos nacieron con ese entorno económico y ahora retratan "el fracaso de la economía neoliberal" a nivel global.

Aguirre señala que esa incidencia al consumismo se daba hasta en las escuelas con cambios cada año en los cuadernos o en los uniformes. "Todo por una tendencia completamente estúpida y lo anterior no servía", apunta el fotógrafo, quien apunta que en marzo, con el inicio del curso escolar en Chile, muchas familias se ven ahogadas por este nivel de consumo. 

A pesar de los aspectos negativos de este turbocapitalismo, Delpin recuerda que esta corriente económica hizo que "Chile se abriera mucho más a otros países" que otros de Latinoamérica. En este sentido, las vías no eran ni siquiera con Europa, sino con Asia, con países como Corea del Sur o Japón. "Crecimos viendo anime porque era lo más barato que se podía comprar la televisión pública entonces", recuerda.

  Rocío Aguirre, en un retrato.©Rocío Aguirre

Ambos coinciden que la visión de Chile desde España es muy distinta a la que se puede tener de otros países de Latinoamérica. "Al final no somos caribeños, tampoco somos México", comentan.

Aguirre recuerda que, precisamente, gracias al arte, la escritura o el cine, se ha hablado de Chile mucho más allá de la dictadura, pese a que "no ha habido una conciliación, una sanación histórica". Delpin lo califica como un "país de vanguardias" frente al gran conocido que es Argentina, con referentes que van desde la selección de fútbol a Eva Perón. 

La muestra de residuos que muestra Aguirre es un reflejo de la preocupación de los chilenos por la preservación ambiental, para ambos "más fuerte que en España", especialmente en lo que refiere al turismo y la "preservación de lugares vírgenes". "El terreno y el clima es más complejo allí, por eso también yo creo que ha hecho que no se explote tanto, porque es complicado llegar a los lugares extremos", apunta Aguirre.

El influjo de la industria de la moda y su capacidad de adaptarse a lo contemporáneo

Ambos han trabajado con diversas marcas de moda como Givenchy, Chanel y Jacquemus, pero también han colaborado en distintas editoriales de moda en el caso de Delpin y con la revista Vogue, en el caso de Aguirre.

A diferencia de su trabajo, especialmente en publicidad, o en el mundo de la moda, ambos muestran en este proyecto una visión "más detenida y pausada" de este presente efímero. Aguirre recuerda que el problema de la sobreproducción más bestial no está en las marcas de lujo, sino en el fastfashion. "Ha como sobregenerado cosas que no necesitamos y que nunca se van a usar porque la cantidad de reposición es inabarcable, cada día están haciendo nuevas prendas", explica Aguirre.

"También porque la economía ha cambiado muchísimo y las marcas de lujo están frenando un poco y no producen con tanta rapidez porque nadie va a comprarlo, no por una conciencia por el planeta", recuerda la fotógrafa.

Para Delpin, el mundo de la moda es, de las disciplinas artísticas, uno de los que mayor "capacidad de adaptabilidad a los tiempos" tiene, más allá de las tendencias, los influencers y el fastfashion.

"Cuando estás haciendo moda hay un lenguaje que tiene que ver con lo antropológico, con el humano, con su manera de interpretarse de reflexionar respecto a su imagen, como de gestionar su propia empresa visual y ahí creo que es lo interesante del fenómeno", recalca.

  Retrato de Camilo Delpin.©Camilo Delpin

No obstante, esta etiqueta les ha pesado en su carrera artística. "Somos demasiados artistas para estar en la moda y somos demasiados de moda para estar en el arte", define el fotógrafo.

Ese prejuicio, también admiten que lo han tenido ellos al otro lado de la cámara. Aguirre recuerda que cuando fue llamada por Jacquemus, se imaginaba a las personas que trabajaban allí con una imagen concreta del lujo. "Ese concepto de moda y lujo existe en ese mundo, pero quizás cada vez menos. Fui a trabajar con Jacquemus y vi que la directora creativa iba vestida como yo. Una persona puede ser creativa y hacerlo increíble, pero no necesariamente tiene que compartir eso", recuerda la fotógrafa.

Ambos recuerdan que, aunque en muchas ocasiones se vea la moda como un reflejo de los hechos históricos, como sucedió tras la Primera Guerra Mundial o como se ha asociado en muchos casos el llamado clean look con el auge del fascismo y la ultraderecha, no siempre está tan claro.

Delpin, sin embargo, recuerda que este momento histórico en el que se habla de un auge de la ultraderecha sí que tiene un efecto positivo de rebote en el arte. "El otro día leía un artículo en el que se comentaba que los artistas neutrales ya no van a existir", señala. "Se está volviendo a la época más antigua donde había represión y tenías, por lo menos, que generar una discusión o entregar como una pregunta a la gente que te está consumiendo porque si no es como algo que no tiene mucha repercusión", apunta Delpin, quien ve esto algo positivo para cuestionarse a ellos mismos.

Cómo y dónde visitar Inventario de Materias frágiles

  • Spoila Haus (Calle de Arganzuela, 11 Madrid)
  • 1-14 de septiembre. Acceso gratuito. 
  • Horario. De Lunes a Viernes: 18:00h a 21:30h. Sábado y Domingo: 11:00h a 15:00h.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
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Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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