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Éstos son los alimentos que temía comer antes de ser técnica en nutrición y ahora están en mi dieta

Éstos son los alimentos que temía comer antes de ser técnica en nutrición y ahora están en mi dieta

La experta defiende que "no hay alimentos prohibidos, sino contextos, cantidades, frecuencias y, sobre todo, intenciones diferentes".

Un grupo de amigas comiendoGetty Images

"Durante años, mi forma de comer estuvo marcada por la cultura de dieta y una visión casi moral de los alimentos: había cosas 'buenas' y cosas 'malas'. El miedo a engordar, a enfermar o a “salirme del camino” me llevó a eliminar decenas de alimentos de mi dieta", confiesa la técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón. Pero, curiosamente, añade, "cuando empecé a formarme como técnica en nutrición que aprendí a cuestionar todo aquello".

"Hoy, más que tachar alimentos de la lista, me centro en incluir", recalca Luzón. "Porque entendí que no se trata de comer perfecto, sino de comer con sentido, con base científica, con conexión corporal… y también con disfrute".

Y cuenta los alimentos que dejó de evitar. "Aunque antes los temía, ahora forman parte de mi alimentación sin culpa ni conflicto", afirma. "El  primero fue el pan. Lo sustituía por tortitas de arroz o nada. Hoy sé que un buen pan, en el contexto de una alimentación equilibrada, no es el enemigo", destaca. "También el plátano y las uvas, que no tomaba  porque tenían 'demasiado azúcar'. Ahora veo su valor nutricional, su saciedad, su fibra y sus antioxidantes. Además, el aceite de oliva virgen extra: antes lo contaba por cucharaditas. Hoy lo uso con generosidad y criterio".

"La pasta y arroz blanco son otros alimentos que desterré, por 'refinados'", prosigue la nutricionista. "Y, en la actualidad, los combino con vegetales, legumbres o proteína, y son parte de platos completos". También le pasaba con el chocolate. "Antes, sólo lo tomaba si era 99% cacao y en gramos contados. Ahora disfruto el que me gusta, con atención y sin culpa", destaca.

"Y así me pasaba con muchos alimentos más: el aguacate, el hummus, las patatas e incluso con un buen queso…", añade. Pero, al hacerse experta en nutrición, se dio cuenta de algo clave, como relata: "No hay alimentos prohibidos, sino contextos, cantidades, frecuencias y sobre todo intenciones diferentes".

Otro aspecto que destaca Ana Luzón es que "el problema no es el alimento, es la desconexión". Y lo explica: Cuando comemos desde el miedo, desde la prohibición o el control excesivo, dejamos de escuchar al cuerpo. Y muchas veces, al evitar tanto, terminamos recurriendo a lo mismo de siempre, comiendo rápido, mal y con frustración. Y, lo que evitamos muchas veces no es “lo malo”, sino lo que en realidad podría nutrirnos".

Así que, tras su experiencia, nos aconseja poner el foco en lo que quieres incluir en tu alimentación. "Una de las cosas más liberadoras que aprendí es que incluir tiene más poder que restringir: incluir más verduras, sin que eso implique eliminar el pan; incluir fruta, sin obsesionarme con los gramos de azúcar; incluir legumbres, frutos secos, pescado azul, sin miedo a las calorías". "Y al hacerlo, de forma natural, otros alimentos más insulsos, más procesados o menos nutritivos van perdiendo protagonismo. Sin prohibirlos, sin miedo, sin dramas", añade.

Así que, en resumen, comenta esta experta, "hoy mi forma de comer no se basa en evitar, sino en elegir". "Y eso cambia todo: cambia cómo me relaciono con la comida, cómo me siento después de comer, y cómo acompaño a otras mujeres en el mismo proceso. Porque la salud no está en la perfección, sino en la conexión", concluye Luzón.