Expertos en salud de todo el mundo se rinden ante el poderío de la siesta española
Pero corta, no más de 30 minutos.
La siesta es una costumbre muy español —"y mucho española", como diría Rajoy. Nuestro estilo de vida, las horas de sol y el calor hacen que extendamos la jornada durante más tiempo robándole horas al sueño y el descanso después de comer es una manera de recuperar energía y resetear nuestro cerebro.
Este mismo martes, Carlos Egea, presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño, defendía en la SER la siesta como hábito saludable y casi necesario en nuestro país —donde la media de horas de sueño es de 7 horas y 13 minutos—. Pero aconsejaba una siesta de solo media hora, no más tiempo para no entrar en una fase de sueño profundo.
Fuera de nuestro país, aunque no es un hábito muy extendido y que causa cierto asombro cuando se descubre, muchos de los que la que la han probado se han planteado incorporarla a su vida pues han probado en sus carnes lo bien que sienta esa interrupción de la actividad.
"Una siesta por la tarde tiene muchos beneficios para la salud. Entre ellos, aumenta la energía, el estado de alerta, la productividad y la función cognitiva, así como reduce la fatiga, los errores y el riesgo de accidentes", afirma el doctir Keith C. Summa, investigador del sueño y profesor adjunto en la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern Medicine en el
Una siesta por la tarde tiene muchos beneficios para la salud. Entre ellos, se incluyen "mejoras en la energía, el estado de alerta, la productividad y la función cognitiva, así como reducciones en la fatiga, los errores y el riesgo de accidentes", afirma el Dr. Keith C. Summa , MD, PhD, investigador del sueño y profesor adjunto en la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern Medicine en un artículo en Yahoo.
Afirmación que corrobora otro experto, el doctor Dylan Petkus , investigador de Optimal Circadian Health: "En un estudio de investigación que analizó los resultados combinados de varios estudios sobre las siestas, se descubrió que tomar una siesta corta a primera hora de la tarde puede mejorar significativamente la cognición y la memoria ". Eso sí, una siesta corta, de unos 20 a 30 minutos.
