Nuria Roure, psicóloga: "Tras 20 horas despierto, tu nivel de atención es el de tomar 6 cervezas"
Esta experta defiende que "la cultura del descanso" debe incorporarse a nuestras rutinas, algo que aún no se ha incorporado de forma generalizada.
Frente a la defensa de algunos personajes públicos, como directivos o influencers de dormir poco para aprovechar más el tiempo o como pose relacionada con la productividad o con la devoción al trabajo, han saltado muchas voces de especialistas que llaman la atención sobre el peligro de hacer caso a este tipo de mensajes. Por ejemplo, la psicóloga Nuria Roure, quien, en su libro Por fin duermo (editorial Vergara) defiende la que hay que darle la misma importancia al sueño, si no más, que la que damos al ejercicio o a la nutrición.
En una reciente publicación del pódcast 'Mami, ¿qué dices?' Nuria Roure alertó sobre los graves efectos de dormir solo cuatro horas una noche. "Las personas que han pasado más de 20 horas despiertas presentan un nivel de atención y concentración similar al de quien ha consumido unas seis cervezas", indica. Por lo tanto, este deterioro cognitivo se traduce en una menor capacidad de reacción, así como en dificultades para tomar decisiones y, además, aumenta el riesgo de accidentes en casa, en el trabajo o incluso conduciendo.
De hecho, la Sociedad Española del Sueño (SES) indica una pauta clara sobre ello: "Necesitamos dormir para que nuestros órganos funcionen de forma adecuada y se produzcan todos los procesos de regulación biológica de nuestro cuerpo". Como experta en investigación del sueño, Roure, resalta la importancia de "una cultura del descanso" que se debe incorporar plenamente a nuestras rutinas, cosa que aún no ha ocurrido en la mayoría de los casos.
Dormir es una necesidad biológica, como el comer, y es una inversión en salud y también en productividad, resalta esta especialista. Porque, recuerda la experta, durante el sueño profundo el cerebro consolida la memoria, regula las emociones y restaura funciones corporales claves. La falta de descanso continuada se ha relacionado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y deterioro cognitivo.
En cuanto a la falta de sueño entre los adolescentes, Nuria Roure alerta de que "deberían estar durmiendo unas nueve horas por la noche". Según esta experta, el sistema educativo no ayuda a favorecer estos hábitos porque las clases en los institutos suelen comenzar demasiado temprano, privando a los jóvenes de un periodo de sueño vital para el desarrollo neurológico y emocional, opina.