Una buena infusión puede ser muy necesaria en algunos momentos. Dolores de estómago, de cabeza, insomnio, problemas de tensión o simple nerviosismo pueden verse reducidos con alguno de los productos que casi todos tenemos en bolsitas o en botes en nuestras casas.

Una de las más habituales es la manzanilla. Pero ahora un artículo publicado en el Journal of Ethnopharmacology recomienda una alternativa más sana y útil en problemas como el azúcar en sangre, la falta de sueño o la presión arterial.

Se trata del té de azafrán, surgida de uno de los complementos más importantes en la cocina. Esta bebida, llamada también 'elixir dorado', es rica en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que aportan numerosos beneficios al organismo.

Por ejemplo, puede ser útil como 'complemento' para un bienestar general, al nivel de los antidepresivos y capaz de aliviar los síntomas de una depresión leve y moderada. Su consumo regular, sin abuso, puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.

Además, el azafrán puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, gracias a sus propiedades calmantes para el sistema nervioso, tanto con efecto inmediato como en las horas posteriores.

El té de azafrán también resulta un alivio para el corazón y los vasos sanguíneos, debido a los antioxidantes contenidos en el azafrán, como la crocina y el safranal. Otra publicación en Indian Journal of Medical Sciences, añade que su consumo puede reducir la presión arterial y el impacto negativo del colesterol LDL "malo" en los tejidos corporales. Esto conlleva una reducción en el riesgo de enfermedades cardíacas.

Otra de sus ventajas es la capacidad de ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, algo especialmente útil para las personas con diabetes tipo 2 o en riesgo de padecerla. En estos cuadros, el té de azafrán sin azúcar puede mejorar la sensibilidad a la insulina y estabilizar los niveles de glucosa después de las comidas, si bien no es una medicina y por tanto no puede sustituir a los fármacos.