Soy técnica en nutrición y éstos son los alimentos ultraprocesados del supermercado que debes evitar
Hay seis clases de productos que conviene consumir el mínimo posible para seguir una dieta saludable.
A la hora de hablar de una nutrición sana, la idea no es demonizar determinados alimentos ni de imponer restricciones estrictas, es mejor promover una relación saludable y consciente con la comida. De esta opinión es la técnica en Nutrición y Dietética Ana Luzón. Aunque añade que, aún así "es importante hablar de los alimentos ultraprocesados, ya que, aunque no existe un “alimento prohibido”, algunos pueden tener un impacto negativo en nuestra salud cuando se consumen en exceso.
Lo primero es tener claro qué son los alimentos exactamente los ultraprocesados. "Se trata de productos industriales formulados a partir de ingredientes refinados, aditivos, y poco o ningún alimento entero en su composición. A menudo incluyen azúcares añadidos, grasas trans, sodio en exceso, potenciadores de sabor, colorantes y conservantes", explica esta nutricionista. Por lo que estas características pueden llevar a un bajo aporte nutricional y, en algunos casos, a un impacto negativo en la saciedad y el bienestar general, advierte.
Por lo tanto, hay una serie de ultraprocesados que es mejor reducir, resalta Luzón. "Desde la perspectiva de la alimentación intuitiva, no se trata de etiquetar alimentos como malos, sino de priorizar aquellos que nos nutren mejor", añade.
Y aporta seis ejemplos de ultraprocesados que conviene consumir muy esporádicamente. El primero son las bebidas azucaradas. "Porque refrescos, tés envasados con azúcares añadidos y bebidas deportivas suelen aportar calorías vacías, incrementando el riesgo de enfermedades metabólicas si se consumen en exceso", explica esta experta en dietética.
En segundo lugar están los snacks ultraprocesados, como las patatas fritas, palomitas de microondas con saborizantes y galletas saladas, "que contienen grandes cantidades de sal, grasas trans y aditivos que pueden alterar la sensación de saciedad". Y, en tercer lugar, Luzón menciona los productos de bollería industrial. "Magdalenas, donuts y croissants suelen estar cargados de azúcares, harinas refinadas y grasas trans, con muy pocos nutrientes beneficiosos para el cuerpo", prosigue Luzón.
También destaca que conviene minimizar el consumo de embutidos de baja calidad, "como algunos fiambres procesados, como salchichas, mortadelas y otros embutidos baratos, pueden tener un alto contenido de grasas saturadas, sal y aditivos", y, en quinto lugar, menciona esta especialista los cereales de desayuno azucarados. "Aunque a menudo se comercializan como saludables, muchos cereales están llenos de azúcar y carecen de fibra y proteínas necesarias para un desayuno equilibrado", afirma.
Por último, están los platos precocinados porque, "aunque prácticos, suelen contener altas cantidades de sal, grasas poco saludables y aditivos, que pueden alterar la microbiota intestinal", añade Luzón.
Esta experta concluye con el consejo de que, en lugar de evitarlos por completo, ya que, desde la alimentación intuitiva que ella defiente, la clave no está en prohibir, tengamos en cuenta una serie de pautas. Estás son: "Leer las etiquetas, familiarízate con los ingredientes y selecciona opciones con menos azúcares añadidos, sal y grasas trans. Priorizar alimentos siempre que sea posible, elige alimentos frescos o mínimamente procesados, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, carnes magras y pescados Y, finalmenta, escucha a tu cuerpo", aconseja la nutricionista. Es decir, "aprende a identificar cuándo un ultraprocesado realmente satisface una necesidad emocional o es un capricho ocasional, y, si lo disfrutas conscientemente y sin culpa, es más fácil mantener un equilibrio saludable".
Así que los ultraprocesados no tienen que desaparecer por completo de tu vida. "La clave está en usarlos como complemento ocasional, no como base de tu dieta. Recuerda que ninguna elección aislada define tu salud; es el conjunto de tus hábitos lo que realmente importa", recuerda siempre Ana Luzón.