Un experta en nutrición explica si existe un truco para que el pan "engorde menos"
Esta especialista resalta los verdaderos trucos para integrar este alimento en una dieta completa.
Estos días se ven titulares de artículos con consejos del estilo de “el secreto para que el pan engorde menos”, que son llamativos desde luego, pero la cuestión es si son rigurosos Llamativos, sí. Pues resulta que "no tanto", como responde la técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón.
"La realidad es que no existen trucos mágicos para que un alimento tenga menos calorías", afirma esta experta. "Lo que hay son pequeños cambios en la forma de prepararlo —como congelar o tostar el pan— que pueden modificar la estructura de sus almidones y hacerlo algo más saciante. Interesante, pero no decisivo", explica
Lo que de verdad importa, según Luzón, "no es el pan, es el contexto": "Una rebanada de pan no determina tu salud ni tu peso. Lo que marca la diferencia son los patrones de alimentación y movimiento que repetimos cada día. Aquí también entra en juego la realidad de cada persona: el pan es accesible, barato y culturalmente muy presente en nuestra mesa. No es lo mismo poder elegir siempre panes integrales de calidad que vivir en un barrio donde apenas hay alternativas", añade esta técnica en dietética.
Además ella sí da un consejo, pero nada mágico ni secreto: ":Los hábitos superan a los trucos". "Reducir el pan en comidas donde lo usas por inercia, elegir opciones más saciantes o acompañarlo de proteína y vegetales son hábitos con más impacto que cualquier 'secreto'. Y al mismo tiempo, hay que reconocer que las elecciones no siempre dependen solo de la voluntad: el tiempo, el presupuesto y la disponibilidad también cuentan".
Otro aspectos a tener en cuenta, resalta Ana Luzón, es la psicología. Es decir, estos titulares "refuerzan la idea de que hay alimentos “malos” que necesitamos controlar. Eso genera ansiedad y culpa". "Cuando la realidad es que no hay alimentos prohibidos, sino maneras más o menos equilibradas de integrarlos", afirma la experta.
La cuestión es que el pan sí puede formar parte de una alimentación saludable, como dice esta especialista. "Si tienes acceso, elige pan integral o de fermentación lenta", aconseja. Además, "come con atención: ¿te apetece realmente o lo coges por costumbre?, disfrútalo acompañado de comidas completas, y recuerda que nuestras elecciones no se dan en el vacío, también están atravesadas por el contexto social y económico en el que vivimos", concluye Luzón.
Así que, en lugar de obsesionarnos con cómo hacer que el pan “engorde menos”, ella nos sugiere que "hagamos que nuestra manera de comer nos pese menos: menos reglas, menos culpa y más conexión con lo que de verdad importa —salud, disfrute y bienestar sostenido, dentro de lo que es posible y accesible para cada una".