Una investigadora del sueño resuelve la pregunta de si el cannabis ayuda a dormir mejor
Uno de los resultados de una reciente investigación concluye que con el consumo de esta sustancia el sueño REM se reduce.
Un equipo de investigadores de un laboratorio del sueño ha realizado un estudio con personas que han fumado marihuana justo antes de acostarse para analizar su posible efecto y han encontrado cambios en su sueño, pero no necesariamente para mejor. La investigadora especializada en el análisis del sueño Christine Blume, de la Universidad de Basilea, que ha participado en este estudio, realizado en Alemania, ha explica en el canal Deutschlandfunk-Nova cómo el cannabis, en diversas formas, afecta a nuestro cuerpo y, en concreto, a nuestro sueño.
Primero hay que recordar que existen diferentes tipos de plantas de cannabis, es decir, plantas macho y hembra, así como diferentes variedades. Y, además, en el país en el que han realizado este estudio, Alemania, es legal desde abril de 2024 el cultivo de esta planta, siempre y cuando se haga para consumo personal.
Las plantas de cannabis contienen muchos cannabinoides diferentes, es decir, ingredientes activos especiales de la planta de cáñamo. Dos de ellos son interesantes por sus efectos sobre el sueño: se llaman el THC (o dronabinol ) y el CBD (o cannabidiol). Y están presentes en la mayoría de las plantas de cannabis, en cantidades muy diferentes según la planta, según especifica Christine Blume, de la Universidad de Basilea.
El THC eleva el estado de ánimo, relaja, aumenta la percepción de sonidos y olores, aumenta el apetito y cambia la percepción del dolor. Sin embargo, también puede provocar pánico, mareos, taquicardia o alucinaciones.
Cuando estos investigadores examinaron a los sujetos de prueba uno de los resultados fue que el sueño REM se reduce, dice Christine Blume. Por lo que es poco probable que este cambio haga que los sujetos se sientan más descansados al día siguiente que después de una noche sin los efectos de un porro, ha explicado.
Sin embargo, algunas personas afirman haber dormido mejor de lo habitual. Esto se debe, creen estos científicos, probablemente al efecto placebo: la mera expectativa de dormir mejor después de fumar un porro garantiza que los sujetos de prueba duerman bien.
Según los estudios, el THC parece tener un efecto más fuerte sobre el sueño que el CBD. Pero las investigaciones sobre esta cuestión son todavía escasas y poco definitivas, advierte Christine Blume.
En países como Alemania, los aceites, tés, aerosoles y chicles de frutas con CBD ya están disponibles para su compra en todas partes. Los fabricantes prometen que los productos tienen un efecto relajante. Pero los médicos también pueden recetar cannabis, que se denomina en estas variantes “cannabis medicinal”. A diferencia de los productos de CBD, el cannabis medicinal también contiene THC.
Finalmente, Christine Blume dice que no se puede esperar mucho de los aceites de CBD y otros productos similares porque los pocos estudios que existen no han aportado evidencia de que estos productos de CBD puedan ser útiles para aliviar los síntomas del insomnio, que es un trastorno del sueño.
El cannabis medicinal tampoco es el primer tratamiento que se debe utilizar para los trastornos graves del sueño, resalta Blume. Existen medicamentos para dormir que tienen más probabilidades de tener un efecto positivo sobre el sueño, concluye.