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El pueblito de Madrid con una historia oculta que ofrece una gran estampa gracias a sus viñedos y olivos centenarios

El pueblito de Madrid con una historia oculta que ofrece una gran estampa gracias a sus viñedos y olivos centenarios

Cuenta además con un rico patrimonio histórico y cultural.

Pueblo de Cenicientos (Madrid).Getty Images

Para muchos madrileños, huir del ajetreo y el bullicio constante de la capital es casi una necesidad. En medio del frenético ritmo acelerado de la ciudad, las pequeñas escapadas a lugares próximos se convierten en el mejor remedio para desconectar y recargar fuerzas. Descubrir paisajes tranquilos y con encanto a escasa distancia se vuelve la opción ideal para quienes buscan un viaje rápido y revitalizante sin alejarse demasiado de casa.

En este contexto, Cenicientos se presenta como uno de los destinos perfectos para disfrutar de una experiencia completa sin tan siquiera salir de la Comunidad de Madrid. Limitando con las provincias de Ávila y Toledo, en la comarca de Sierra Oeste de Madrid, se erige este pequeño pueblo donde viñedos, olivos e higueras centenarias pintan un paisaje inolvidable. Además, esta villa cuenta con un rico patrimonio histórico y una arraigada cultura rural.

Aunque hoy lo conocemos como Cenicientos, sus primeras referencias lo citan como San Esteban de la Encina. El nombre actual tiene dos posibles orígenes. La versión popular data del tiempo de la reconquista, cuando el rey encargó a su alcalde cien lanzas para la contienda y este contestó que aportaría “cien y cientos” sin problema. La otra explicación se refiere al color ceniza que presenta su paisaje tras la quema controlada de tierras que solían hacer los pastores. 

Qué ver en Cenicientos

Los últimos kilómetros antes de llegar a Cenicientos discurren entre hileras de viñas y extensos olivares que, junto a los huertos de higuera, han convertido al municipio en todo un referente de productos locales de alta calidad que aportan riqueza y variedad a su gastronomía. Así, la región es popularmente conocida por sus vinos y las increíbles vistas que tiene a la sierra de la Higuera y la peña de Cenicientos.

Esa riqueza natural casa con un legado histórico imponente donde destacan: la iglesia gótica de San Esteban Protomártir, construida en el siglo XV en mitad del casco urbano; y el yacimiento de Piedra Escrita, dedicado a la diosa Diana y levantado durante la época romana. Otras paradas arquitectónicas cuya visita es obligatoria en este pueblo madrileño son la ermita de la Virgen del Roble y la Casa del Minero

La mejor forma de conocer esta localidad es realizar una ruta que arranca desde la iglesia de San Esteban Protomártir, abierta de lunes a sábado de 10:00 a 21:00 horas y domingos de 10:00 a 14:00 horas; para seguir el paseo por la ermita de Nuestra Señora Virgen del Roble, abierta todos los días desde las 12:00 hasta las 20:00 horas. Para terminar, se puede pasear por la Plaza de España, donde preside la ‘Cabeza de Toro’, escultura de José Antonio Arenillas Cabaña.