Este es el único pueblo de España que concentra arte amazigh, griego y renacentista
Un apasionante legado artístico en un mismo enclave.
En España, el arte forma parte de nuestro ADN: desde mosaicos romanos y murales mudéjares hasta la vanguardia contemporánea visible en galerías y puentes urbanos. Esta herencia se refleja en la música, danza y artes plásticas que renuevan lo clásico sin olvidar sus raíces. Cada territorio destaca por tener su propio patrimonio cultural, pero hay un pueblo que fusiona diversas tipologías de arte.
Estamos hablando de La Iruela, ubicado en el corazón de la provincia de Jaén, que se consolida como el único municipio donde conviven de forma palpable hasta tres capítulos de la historia del arte: el legado amazigh, el eco de la Grecia clásica y la elegancia renacentista. Este pueblo, declarado conjunto histórico-artístico en 1985, ofrece siglos de civilización sin salir de una misma ladera.
Desde sus orígenes almohades, el castillo de La Iruela corona el municipio como un vigía suspendido sobre un profundo abismo, convirtiéndolo en una de las fortalezas más espectaculares de Andalucía. Tras la Reconquista, la fortaleza fue ampliada y usada por órdenes militares, lo que le aporta un toque híbrido entre lo islámico y lo cristiano. Desde aquí se puede admirar una panorámica que abarca el valle del Guadalquivir y el inmenso mar de olivos.
Un paraíso cultural
Además de la herencia bereber visible en su castillo, La Iruela también cuenta con un auditorio al aire libre excavado en la propia roca cuya forma semicircular recuerda a los teatros griegos. Fue construido en 1990 y cuenta con una acústica natural que ha servido de escenario para conciertos y festivales veraniegos. Hoy no solo es un elemento del arte clásico, sino que se ha convertido en un símbolo de la historia y la cultura.
Por otro lado, la iglesia de Santo Domingo de Silos se consolida como la tercera pieza de este triangulo cultural que enlaza tantos tipos de arte. Aunque hoy está parcialmente en ruinas, todavía se pueden apreciar los rasgos del Renacimiento italiano en su estructura y ornamentación. Construida en el siglo XVI y habiendo pasado por varios terremotos e incendios, la edificación todavía conserva cierta elegancia sobria y armoniosa.
Con unos monumentos impresionantes y un entorno natural que invita al descanso, La Iruela aspira a dejar de ser el secreto mejor guardado de la provincia de Jaén y erigirse en el foco de atracción para quienes buscan la herencia del arte amazigh, el espíritu del mundo clásico y la grandeza del Renacimiento. Todo ello disponible en un mismo enclave que ya de por sí asombra por su peculiar ubicación.