Benalmádena es toda una joya de la Costa de Sol, un lugar donde la tradición se funde con la modernidad y la riqueza cultural se plasma en cada esquina. Este encantador municipio presume de tesoros arquitectónicos de gran valor, entre los que destaca el Castillo Monumento Colomares, uno de los monumentos más sorprendentes de la región que cautiva a locales y visitantes por igual. Y es que en su interior se esconde algo todavía más extraordinario.

Este curioso edificio se levantó bajo la premisa de rendir homenaje al descubrimiento de América. Sin embargo, lo que muy pocos conocen es que, en su interior se ubica la iglesia de Santa Isabel de Hungría, considerada la más pequeña del mundo. Este templo, que no solo cautiva por su diseño y riqueza histórica, ha sido reconocido con un récord Guinness, consolidándose como una joya singular en el panorama artístico y religioso de la región.

La iglesia de Santa Isabel de Hungría es una muestra del esmero y la creatividad plasmados en la arquitectura del Castillo de Colomares. Con una superficie de apenas 1,96 metros cuadrados y una forma irregular, esta fue consagrada por el Prior del Monasterio de la Rábida y actualmente cuenta con todo lo necesario para hacer los oficios. Además, en su interior se guardan figuras de Cristo y de Santa Isabel moldeadas por Esteban Martín Martín, el constructor del castillo.

Pequeña pero impactante

La incorporación de esta pequeña iglesia al conjunto arquitectónico del castillo no tuvo como objetivo batir ningún tipo de récord, sino más bien servir como un emotivo recordatorio del papel trascendental de la fe duranta la Era de los Descubrimientos. Para muchos exploradores las convicciones religiosas estaban estrechamente ligadas a sus viajes, por lo que este santuario simboliza esa unión.

De esta forma, Esteban Martín Martín pretendía ofrecer un espacio para la reflexión y la oración honrando la valentía de aquellos que emprendieron viajes que cambiaron la historia, como es el caso del descubrimiento de América. La concesión del récord Guinness a este enclave cultural no solo reconoce su singularidad arquitectónica, sino también el impacto que ha tenido en el ámbito turístico y cultural de Andalucía.

En esta iglesia se han llevado a cabo ceremonias especiales, como bodas y misas puntuales, aunque no se realizan eucaristías semanales debido a su emplazamiento en la tercera planta de la zona interior del castillo. No obstante, según se cuenta, en su pequeño altar se llegó a celebrar una boda en la que únicamente el sacerdote estuvo presente en el interior, ya que los novios se vieron obligados a permanecer en el exterior debido a la falta de espacio.