La villa de Guadalajara con uno de los castillos más misteriosos de toda España

España está llena de numerosos pueblos dignos de visitar durante estas vacaciones de verano, todos ellos con un encanto único que invitan a pasear entre sus calles mientras admiramos las maravillas que albergan en su interior. Son tantas las posibilidades donde elegir que siempre van a quedar nuevos rincones esperando a ser descubiertos. En ese sentido, en Castilla-La Mancha se esconde un municipio con uno de los castillos más misteriosos de todo el país.

Estamos hablando de Villel de Mesa, una localidad situada en el noreste de la provincia de Guadalajara. Con una población de apenas 164 habitantes, según los últimos datos del INE, este territorio destaca por su increíble patrimonio arquitectónico. Sin duda, uno de sus puntos más emblemáticos es el Castillo de los Funes, construido sobre una cresta rocosa que surge entre el caserío y que alcanza los cuarenta metros de altura.

El origen de esta imponente edificación es todo un misterio en la actualidad. Aunque se desconoce gran parte de su pasado se barajan dos posibles hipótesis que podrían aportar algo de claridad sobre su historia. "Bien que tenga su origen en los continuos enfrentamientos entre Castilla y Aragón; o bien que los árabes levantaran una pequeña alcazaba o una atalaya sobre el peñasco y los castellanos la aprovecharan a partir de la repoblación", explica el Ayuntamiento de Villel de Mesa.

Una villa fortificada

Esta fortificación tiene una planta rectangular y alberga un patio de armas en el interior. Además, cuenta con dos torres desiguales a ambos lados: la Torre del Mediodía y la del Homenaje, esta última con poco más de 15 metros de altura. Este castillo se enmarca en una arquitectura románica que predomina a lo largo de todo el territorio.

Sin ir más lejos, debemos pasar por debajo de un arco para acceder a la plaza principal de Villel de Mesa, la cual está dedicada al doctor don Pedro Gómez Fernández, una de las personas más queridas del pueblo. En este espacio podemos encontrar una brillante vegetación formada por sauces, abetos y rosales, además de una bonita fuente con tres alturas y un busto del doctor, consolidándose así el espacio como parque y jardín a partes iguales.

Otros de sus encantos

Aparte del enigmático castillo, esta localidad también cuenta con el Palacio de los Marqueses de Villel, una casa noble que perteneció a los señores y posteriores marqueses de la villa. Construido durante el siglo XVI, esta edificación tiene una gran portada central con balcón y varias huertas a su alrededor.

Otro de sus puntos más visitados es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, erigida en el siglo XVI bajo un estilo renacentista. Desde este punto se observan una de las mejores vistas panorámicas de toda la región. Si seguimos caminando hasta las afueras encontraremos las ermitas de los Pastorcillos y Jesús el Nazareno.

Finalmente, este pueblo guadalajareño también ofrece varias rutas de senderismo, un safari fotográfico y actividades de escalada para los más aventureros. Con una fauna donde podemos encontrar aves como el buitre leonado o el halcón peregrino, este territorio también destaca por su increíble vida salvaje y se integra en la Red Natura 2000 como Zona de Especial Conservación y Zona Especial de Protección para las Aves.