Todos invocan estos días la palabra mágica, porque todos confían en que una alta participación del electorado les deje tocar el poder. Así están las cosas ante el 23-J.
Reivindicó que todas las personas tienen "derechos inalienables" como a la vida, la libertad y la felicidad, y afirmó que su país no debe alejarse de estos principios.
El ministerio público dice que hay pruebas suficientes y apuesta por despojar al ultraderechista, de 68 años, de sus derechos políticos por un plazo de ocho años.
El número de miembros de la extrema derecha subió el año pasado a 38.800, un 14,5 % más que en 2021, como los delitos y actos violentos de la ultraderecha, que llegan a los 23.493, o sea, un 3,8 % más.
La nueva norma investigará la supuesta influencia de Moscú en gobiernos anteriores, lo que supone un señalamiento sobre todo a Donald Tusk, líder del principal partido de la oposición, Plataforma Cívica, y expresidente del Consejo europeo.
El Europarlamento vota masivamente una resolución en la que expresa sus dudas de que Orban deba llevar el semestre, por sus violaciones del estado de derecho.
El islamista moderado, que ganó la primera vuelta cuando las encuestas daban por vencedores a sus adversarios, azuza el fantasma del miedo y prepara el terreno.
Los sondeos reflejan que la alianza a seis forjada contra el presidente, cada día más autoritario, lograría la victoria en primera vuelta. La crisis económica, la gestión del terremoto y el cansancio explican la pérdida de influencia del mandatario.
La ultraderechista quiere cambiar la elección del presidente y acabar con las "legislaturas rehenes" que llevan a cambios constantes de Ejecutivo en Italia. Fue su gran promesa electoral.
El que fuera números dos de Trump trató de evitar a toda costa esta declaración, siendo testigo clave de lo ocurrido. Es la primera vez en la historia moderna que un vicepresidente se ve obligado a testificar sobre el presidente con el que sirvió.
No ha habido sorpresas. Lo que sí hay es desafíos: se abre un periodo de continuidad que pide reformas a gritos para frenar el mayor éxodo de la historia reciente del país.
El presidente de Venezuela tomó un testigo envenenado y más ponzoña ha añadido en la persecución a la oposición o la prensa y la presión a la sociedad.
El caso Stormy Daniels no sólo afecta al expresidente. De su evolución y sus derivadas depende el futuro en paz de un país en el que lo impensable se ha convertido en el pan de cada día.
El primer ministro se ha visto obligado a congelar su reforma judicial, que hace estallar la división de poderes. El descontento y la división social lo ha forzado.
"Es un marco para una toma política hostil del sistema judicial”, sostiene la oposición ante el anuncio, que busca tener una tregua por el parón de la Pascua.
La reforma judicial del Gobierno, soportado por la ultraderecha, echa a la calle a ciudadanos de todo signo, ante el temor de perder la esencia misma del país.
La Ley de Agentes Extranjeros saca a la calle a los opositores, que ven en ella una inspiración de Moscú para perseguir a la prensa y las ONG. El Gobierno ha parado máquinas, pero la mecha está prendida.
"Quiero desmentir las noticias falsas, el Gobierno está firme y su gabinete, más unido que nunca", ha enfatizado en mitad de los choques con manifestantes.
La pronta recuperación de la institucionalidad, el empeño del Gobierno en mostrar unidad y el apoyo internacional al líder del PT dejan al ultraderechista acorralado.
El informe anual de la organización denuncia que el auge de los gobiernos autoritarios amenaza las libertades básicas, de Rusia a China, de Afganistán a Irán.