El republicano, que rompió en 2018 el pacto mundial que controlaba los avances atómicos de Teherán, ahora se da dos mese para reeditar el acuerdo. Cambian las condiciones y el contexto. Si no le gusta lo que ve, amenaza con bombardeos.
Aunque los daños son significativos, por ahora los niveles de radiación no han subido, indica el presidente ucraniano. Las autoridades prorrusas acusan de seguido a Kiev de causar "daños críticos" en equipos de la planta térmica de Zaporiyia.
El primer ministro, Keir Starmer, asegura que se aprobarán las reformas necesarias para eliminar la regulación que dificultaba la construcción de reactores modulares.
Un proyecto presupuestado en 1.080 millones de dólares, que será el segundo de su tipo en el mundo, plantea dudas sobre su impacto y su viabilidad a largo plazo.