A pesar del choque por el acuerdo de las pensiones, las tres partes vuelven a las negociaciones con los nuevos modelos de ERTE en el centro del debate.
La vicepresidenta segunda ha explicado que este martes la comunicación no cesó durante todo el día y también por la noche para intentar cerrar un pacto.
Consideran que se ha producido una discriminación laboral, tipificada como muy grave, y por la que ahora deberá hacer frente a un pago de 10.000 euros.
El Gobierno plantea que sigan todos los expedientes sin necesidad de nuevas autorizaciones administrativas, lo que ahorrará costes de gestión y burocráticos.
El Gobierno negocia con los agentes sociales el incremento del sueldo base, situado actualmente en 950 euros, al que se oponen la patronal y muchos economistas.