Desde que asumió el cargo en enero, Trump no ha impuesto nuevos castigos contra Moscú. En algunos casos, incluso ha flexibilizado las restricciones pese a que sigue la guerra en Ucrania. Biden imponía un promedio de 170 nuevas sanciones al mes.
El presidente de EEUU está frustrado por la falta de avances en las negociaciones para acabar con la guerra, pero no presiona a Moscú como para arrancarle ni un compromiso. El Kremlin redobla sus ataques y se ríe de que llamen "loco" a su jefe.
España propone a la comunidad internacional reconocer al Estado Palestino y presionar a Israel con sanciones para poner fin a la guerra, entre otras medidas.
"Hemos sido claros en que retrasar los esfuerzos de paz solo redoblará nuestra determinación de ayudar a Ucrania a defenderse y utilizar nuestras sanciones para restringir la maquinaria bélica de Putin", avisa Londres a Moscú.
La UE apuesta por presionar sobre todo en cuestiones energéticas mientras que Reino Unido aprueba el mayor paquete de medidas contra Putin. "Sólo la coerción funcionará", defiende Zelenski.
La amenaza de Reino Unido, Canadá y Francia de sancionar a Israel por sus ataques y el anuncio de la UE de que revisará el Acuerdo de Asociación con Tel Aviv cambia ligeramente la dinámica de inacción internacional, 53.000 muertos después.
Es parte de la iniciativa de préstamos de Aceleración Extraordinaria de Ingresos impulsada por el G7, cuyo objetivo conjunto es proporcionar unos 45.000 millones de euros en apoyo financiero a Kiev.