Activan las alarmas ante la caída masiva de ardillas deshidratas de los árboles
La sequía empuja a las crías de ardilla a buscar ayuda humana desesperadamente: “A veces te siguen por el parque”

Primero fue la falta de lluvias. Luego, el calor sostenido. Ahora, los árboles están tan secos que ni las hojas contienen la mínima gota de agua que las ardillas necesitan para sobrevivir. El resultado: una escena desoladora en muchas zonas verdes de Alemania, donde vecinos se están encontrando con ardillas, sobre todo crías, caídas sin vida al pie de los árboles. La sequía no solo las está dejando sin recursos, sino que las empuja al borde del colapso.
Según informa el diario alemán Noz, la organización animalista Aktion Tier ha advertido sobre un fenómeno que está cobrando fuerza: las ardillas están muriendo de deshidratación y cayendo literalmente desde las copas de los árboles. En condiciones normales, estos animales obtienen suficiente líquido de las hojas de los árboles, pero la sequía prolongada ha secado su fuente natural.
“Lo que pasa es que ya ni siquiera tienen fuerzas para bajar a buscar agua”, explican desde Aktion Tier. Algunas mueren en las ramas, otras se precipitan al vacío, sin que nadie se dé cuenta hasta que es demasiado tarde.
Y lo más llamativo: las que aún tienen fuerzas, sobre todo las más jóvenes, se están acercando a los humanos. “Si una ardilla te sigue por el parque, no es casualidad”, advierten desde la organización. “Es un grito de auxilio”.
Qué hacer si encuentras una ardilla deshidratada
Cuando una persona se topa con una ardilla desorientada o que se comporta de forma inusual —por ejemplo, acercándose con insistencia—, debe actuar con precaución y responsabilidad. Los expertos recomiendan envolver al animal con una prenda suave, como una toalla o camiseta, y trasladarlo en una caja forrada con trapos a un veterinario o a un centro de rescate especializado.
No hay que darle agua con jeringuilla, por muy buena que sea la intención. “Podrías provocar que el agua entre en sus pulmones y cause una neumonía”, explican. Lo ideal es dejar un cuenco con agua a su alcance y, si es posible, algo de comida energética como nueces, pipas de girasol o trozos de fruta, especialmente manzana o sandía.
Las recomendaciones también alcanzan a quienes tienen jardín o terraza. Desde el grupo Eichhörnchen Notruf (Alerta Ardillas), piden colaboración ciudadana para mitigar los efectos de la sequía. Un simple recipiente con agua puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte para estas criaturas. Eso sí, conviene cambiar el agua con frecuencia y colocar ramas o piedras dentro del cuenco si es muy hondo, para evitar que las ardillas pequeñas se ahoguen.
La Fundación Alemana de Fauna Silvestre (Deutsche Wildtier Stiftung) insiste en que las ardillas no están en peligro de extinción, pero advierte que el cambio climático y la pérdida de hábitats están poniendo a prueba su resistencia. “Menos árboles, más cemento, jardines con piedras… todo eso va reduciendo su espacio vital”.
Por lo pronto, lo que parecía una escena de película —ardillas cayendo de los árboles— es hoy una llamada de emergencia. Y la naturaleza, una vez más, está pidiendo auxilio.