Madrid y toda España, en marea violeta contra la violencia machista por el 25-N: "Estamos hasta el culo de tanto machirulo"
La capital ha vuelto a congregar un alto número de manifestantes en dos convocatorias diferenciadas. Cerca de 40 marchas en las principales ciudades del país, que pese al frío se ha teñido de 'morado' en un día clave.

Las banderas moradas han vuelto a llenar las calles de Madrid y de toda España este martes, día internacional contra la violencia de género. En Atocha, cabecera de la principal manifestación, y en tantas ciudades y plazas clave, una masa de personas se han sumado a la causa que denuncia cada 25 de noviembre las 1.333 mujeres asesinadas desde que hay registros.
En 2025 ya son 38, un número que no se ha olvidado en las decenas de marchas por toda España. Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Bilbao... capitales y ciudades destacadas unidas bajo un mismo sentir de libertad pese a que en varias de ellas la convocatoria era doble, con manifestaciones y proclamas diferenciadas.
Ha ocurrido de nuevo en Madrid, epicentro de los actos por el 25-N. Por un lado, la convocatoria de la Comisión 8M de Madrid, que ha partido de Atocha bajo el lema 'Todas y todes contra la violencia racista y patriarcal', y a ella ha acudido la líder de Podemos, Ione Belarra.
Por otro, la que minutos antes arrancaba organizada por el Foro de Madrid 25N y el Movimiento Feminista de Madrid, desde la calle Alcalá con Gran Vía. Con el lema 'Contra la Violencia Machista y el Negacionismo ¡Basta de Abandono Institucional!', en ella han participado las ministras de Igualdad, Ana Redondo; Vivienda, Isabel Rodríguez, e Inclusión, Elma Saiz, además de Francina Armengol, presidenta del Congreso.
En la principal, desde Atocha, se han sucedido los cánticos, que han resonado por todas las esquinas. "Sola y borracha quiero llegar a casa" o "no es no, lo demás es violación" se han ido entrelazando con otros de más reciente cuña, como "no importa si salto o si compito, solo quiero que se sepa que no quiero tu piquito", en referencia a Luis Rubiales.
En la fría noche madrileña, el color era el morado y el sonido, el de las batucadas, que han llenado la marcha de banderas, pancartas y mensajes individuales de los y las asistentes por las céntricas calles de la capital. Pero no todo era fiesta. Ha habido mucha crítica a los gobiernos municipal y regional de Martínez Almeida y Díaz Ayuso, respectivamente.
Tras un grupo de personas que lideran la marcha portando pancartas y banderas con mensajes como "Ayuso, Almeida, Madrid feminista será", un grupo organizado compuesto por un centenar de mujeres han marcado el ritmo de la manifestación. "Que tiemblen los fascistas, las calles de Madrid se llenan de feministas", han exclamado.
Ambos políticos del PP han sido recurrentes objetivos de los discursos, durante el recorrido y en las pausas preparadas por la organización. Frente a uno de los centros de atención a víctimas, una portavoz ha denunciado los recortes de la Comunidad de Madrid en la lucha contra la violencia de género y en igualdad.

"Vivimos momentos difíciles, en los que crece la violencia institucional en todas sus expresiones, pero aquí queremos denunciar cómo en Madrid esas violencias se ejercen en el recorte a las acciones contra la violencia de género, mientras las denuncias crecen", espetaba micrófono en mano una activista.
Antes y después de su resonante mensaje, la proclama feminista no cesó, aunque dejando espacio para otras reclamaciones, con referencias al racismo, la transfobia y diversas formas de violencia contra la mujer, también en recuerdo a la violencia de extrema derecha y franquista, como en el homenaje en el monumento a los abogados de Atocha.
"No más muertes por homofobia ni transfobia", se escuchaba en una marcha poblada de mujeres, pero también de hombres y niñas. Todos se han sumado a los sones de la Canción sin Miedo de Vivir Quintana y Mon Laferte, que ha hecho las veces de recurrente banda sonora.
Ya en el tramo final, la vivienda o la justicia social se han 'colado' como demandas "de todas y todes" por un mundo más inclusivo entre gritos de "viva Palestina libre" y contra "todos los genocidios y luchas neoimperialistas". "Luchamos por un mundo en el que se vean personas y no solo brazos para la productividad" y en el que se haga justicia "centrada en la víctima o superviviente y no sólo en el castigo", ha espetado otra de las portavoces de la Comisión 8M este 25-N
