Génova, de nuevo ante la disyuntiva: sujetar a Sánchez o no darle un respiro
Gobierno y PP superan una semana de negociaciones para dar respuesta a los aranceles de Trump sin romper pero con tiranteces. En privado, el clima cambia: “Bueno rollo… de momento, colaboramos”

Más allá del ruido, hacía tiempo que Gobierno y Partido Popular no tenían una interlocución tan fluida gracias, en parte, a los interlocutores escogidos para ello. El ministro Carlos Cuerpo y el vicesecretario Juan Bravo han conversado en múltiples ocasiones, se han intercambiado papeles y han solventado algún conato de crisis. Ambos se entienden aunque la desconfianza entre sus jefes continúa siendo enorme, y los reproches cruzados no han dejado de reproducirse.
A priori, ni Pedro Sánchez ni Alberto Núñez Feijóo quieren ser los causantes de que salte por los aires una posición común ante la crisis arancelaria provocada por Donald Trump. Pero ninguno de los dos da por garantizado el pacto, acusa al otro de mentiras y partidismo y no descarta una ruptura.
De momento, la comunicación continúa, pese a esos momentos de tensión que se han producido durante la semana . Primero fue que el Gobierno no incluyó medidas consideradas de peso por el PP en su real decreto para hacer frente a los aranceles de Trump. Después el anuncio que hizo un portavoz de Junts asegurando que el 25% de las ayudas irían a Cataluña, antes de que el Ejecutivo se sentara con las comunidades autónomas.
“Somos un partido de Estado, y eso nos diferencia de Vox. Si el Gobierno nos llama, acudimos. Ante una crisis, planteamos soluciones. Pero nuestro apoyo en el Congreso no lo tienen garantizado. Hoy por hoy, el decreto es el de Sánchez, no un texto consensuado con nosotros”, resumen en el equipo de Feijóo.
La situación ha provocado el ya clásico debate en el PP sobre si sujetar a Sánchez o no darle un respiro. Una brecha que aumenta ante el silencio oficial de Génova, que rehusa aclarar qué se votará en la Cámara.
Para una parte del PP, no hay duda de que hay que romper y situarse enfrente del Gobierno. ¿El motivo? “Nos van a engañar. Es un chantaje permanente. O aceptamos lo que ellos digan o somos unos anti patriotas”, argumenta este sector, en boca de un destacado dirigente de la estructura madrileña.

El propio entorno del jefe de la oposición llegó a calificar de “minucias” lo incluido por parte del Gobierno al paquete de medidas ofrecido por Bravo a Cuerpo. Un “parche”, afirmó Feijóo, y así se lo trasladó a Ursula Von der Leyen en una reunión que mantuvieron esta misma semana. La “negociación encubierta con el separatismo”, en relación al anuncio con Junts, parecía rebosar el vaso. Pero, al final, no hubo ruptura total.
De hecho, los consejeros autonómicos del PP se reunieron con Cuerpo este jueves, y tampoco hubo choque de trenes. Es verdad que los barones evitaron avalar el plan del Ejecutivo central aunque se mostraron proclives a seguir dialogando en buscan del consenso. Así lo resumía un participante en la reunión de trabajo: “Buen rollo pero nada nuevo. De momento, colaboramos”.
En este sentido, hay otro sector del PP que opina que sería un “error estratégico” dar un portazo a Sánchez. “En este contexto, nosotros siempre estaremos en una posición más incómoda pero hay que elevarse. ¿Vamos a votar con Vox en contra del decreto del Gobierno? Parecería que nos situamos con Trump”, reconoce un presidente autonómico, para quien Feijóo siempre se tendría que mover entre el sí y la abstención.
“La gente no entendería que votáramos que no por un pataleo de que no nos hacen caso. Tenemos que demostrar responsabilidad. Si Sánchez no lo hace, se puede denunciar sin poner en riesgo las ayudas”, añadía otro barón territorial. Este viernes, Juanma Moreno se hizo una simbólica foto de unidad con Emiliano García-Page, y juntos apostaron por el “bipartidismo” al tiempo que criticaron que Sánchez sea tan dependiente de Junts.
En el Ejecutivo dan por descontado que el PP esquivará el “no” en la votación parlamentario. En términos políticos, a Sánchez la respuesta a Trump le genera menos quebraderos de cabeza que el aumento en gasto en Defensa. En su viaje oficial a China, únicamente torció el gesto cuando le preguntaron por el informe de la UCO en el que aparece el nombre de su mujer, Begoña Gómez, vinculado al rescate de Air Europa. “No, en absoluto”, dijo sobre ello.

Con el foco puesto en la crisis arancelaria, Sánchez está cómodo. También acaparando los focos por pisar suelo chino en pleno pulso con Trump. De hecho, creen que las críticas de los populares sobre este viaje son “residuales”. En efecto, el principal partido de la oposición lo ha tachado de “inoportuno”. “Un ‘no’ del PP al decreto sería un regalo. Se situarían al lado de Vox, el pequeño se come al grande. Adiós a su estrategia de distanciarse de Abascal”, argumentan en Ferraz. "Su sufrimiento es hacer lo mismo que Vox. No son capaces de encontrar una solución. Y si Vox era tóxico, ahora más", añaden. Por ello, no creen que ocurra. “Cuerpo y Bravo hacen un buen tándem”.