Javier Milei o el insulto como vía para las relaciones diplomáticas

Javier Milei o el insulto como vía para las relaciones diplomáticas

España ni Sánchez son los primeros: el presidente argentino ha ofendido a un gran número de países y mandatarios durante los últimos años.

Javier Milei, este fin de semana.Juan Naharro Gimenez/Getty Images

Si Javier Milei es hoy presidente de Argentina se debe, en gran medida, a un lenguaje corrosivo e insultante. Desconocido para la gran mayoría, antes de ser presidente Milei era un tertuliano cuya principal tarea consistía en denostar a la clase política sin atender al alcance de sus palabras. Su jerga sirvió a muchas cadenas para mejorar sus datos de audiencia y Milei se hizo un hueco en las casas de muchos argentinos. El resto, ya es historia. El Milei tertuliano se convirtió en el Milei presidente.

Milei cambió el oficio, pero no el verbo ni el carácter, tal y como se demostró este domingo al llamar corrupta a Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, unas palabras que han desatado una crisis diplomática entre España y Argentina. Pero este no es el primer conflicto entre países que se desata por los improperios del presidente argentino.

Quizás la situación más parecida se vivió con Colombia. En enero de este año, Milei dijo de Gustavo Petro, el presidente colombiano, que era “un asesino comunista que estaba hundiendo” a su país. Por estas afirmaciones, el Gobierno de Petro llamó a consultas a su embajador en Argentina. El asunto fue a más. En marzo, Colombia anunció la expulsión de varios diplomáticos de la embajada argentina en Bogotá después de que Milei insistiera en que Petro era un “asesino terrorista”. La crisis diplomática duró un mes, hasta que sus respectivos cancilleres hicieron las paces.

Con Chile también estuvo a punto de abrirse un conflicto. Aunque Milei nunca ha hablado bien de Gabriel Boric, en esta ocasión la disputa se produjo tras unas palabras de la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, quien dejó caer que había presencia de Hezbollah en Chile. El presidente chileno, tras defender que su país “no ampara a ningún grupo terrorista”, anunció que harían llegar “una nota de protesta”.

Los insultos de Milei a otros mandatarios son habituales, si bien no siempre llegan a provocar grandes crisis diplomáticas. A Andrés Manuel López Obrador le llamó “patético, lamentable, repugnante”. El presidente de México, sin embargo, optó por no llevar el asunto a más y simplemente contestó en su cuenta en la red social X: “Milei afirmó que soy un ignorante porque le llamé facho conservador. Está en lo cierto: todavía no comprendo cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron a alguien que no está exacto, que desprecia al pueblo y que se atrevió a acusar a su paisano Francisco de ser comunista y representante del maligno en la tierra, cuando se trata del papa más cristiano y defensor de los pobres que yo haya conocido”.

Otro mandatario que sufrió los envites de Milei fue Lula da Silva, aunque más durante la etapa del argentino como candidato. Del presidente brasileño fijo que era un “comunista y corrupto”, también le tildó de “zurdo salvaje que apoya dictadores, tipos que violan los derechos humanos, autócratas con sus manos manchadas de sangre”. Su animadversión hacia Lula, no obstante, permanece más oculta desde que es presidente, reduciéndose a dar pábulo a bulos bolsonaristas en sus redes sociales.

Sus escarnios provocaron incluso la reacción de la primera potencia económica mundial, China. Durante la campaña electoral, Milei declaró a la cadena Bloomberg que “no promovería la relación con comunistas, ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con China”. Desde el país de Asia oriental respondieron a estas palabras, aunque sin entrar a las descalificaciones. “Si visitase el país, lo vería de otra manera”, contestaron.

Milei lleva años acostumbrado a moverse entre los gritos de un plató y no es muy dado a las disculpas. España ha llamado a consultas a su embajador en Argentina y la reacción de Milei ha sido la esperada por quienes le siguen desde hace tiempo, ir a más. En su cuenta en la red social X, ha escrito: “Volvió el león, surfeando sobre una ola de lágrimas socialistas, viva la libertad, carajo”.

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Me llamó Héctor Juanatey, aunque como dice Xoan Tallón, eso no importa, todo el mundo tiene un nombre. Me gusta escribir y contar cosas. En El HuffPost escribo de política, y como política lo es todo, decirles esto es como decir todo y decir nada.

 

Sobre qué temas escribo

En El HuffPost escribo, como ya les dije, de política, que es todo. Si quisieran entrar más en detalle, les cuento: por gustar, me gusta escribir de todo aquello que me preocupa dentro y fuera de la redacción. En los últimos años, por ejemplo, he estado investigando el ascenso de la extrema derecha, una suerte de virus invisible que crece cada día más. Un crecimiento, sin embargo, que también tiene responsables, y en ellos me gusta fijarme, ya sea Elon Musk, Mark Zuckerberg o influencers de ultraderecha con cada vez más adeptos. Pero también la política es causa de la desafección de la que beben los ultras. De ahí que no haya que olvidarse nunca de temas fundamentales como la vivienda; en definitiva, de las condiciones materiales de la ciudadanía. Por ese motivo, también, y desde la cobertura que hice para Público durante el 15M en la Puerta del Sol, en Madrid, he centrado gran parte de mi trabajo en las diferentes reivindicaciones de la movilización social. Sospechen siempre de aquellos periodistas que acostumbran a agobiar con la cantinela de la objetividad. Al final, solo buscan desprestigiar el sentido mismo de la profesión.

 

Mi trayectoria

Pese a todas las advertencias, desde que me decanté por estudiar periodismo (Licenciatura y Máster en Periodismo de Investigación), a excepción de un parón en el que trabajé en discurso y comunicación política, he tenido la suerte de dedicarme a escribir. Empecé en La Voz de Galicia y, tras dejar la terruña (Galicia) y mudarme a la capital en busca de oportunidades laborales, pasé por Público, La Sexta, fui redactor fundacional de eldiario.es, y he escrito para un buen número de medios como Praza.com, la revista Luzes, Playground Magazine, La Marea, Vanity Fair o CTXT. En una ocasión estuve en el campamento de refugiados de Dajla, en el Sahara, y de allí me traje unas breves anotaciones que fueron publicadas como libro, ‘Dajla. Apuntes desde o Sahara’, editado por Praza. En otra, entrevisté a Txema Guijarro, una de las personas que trabajó en el asilo de Julian Assange y Edward Snowden, y esos diálogos se transformaron también en libro, ‘El analista. Un espía accidental en los casos Assange y Snowden’, de Libros del KO. En otro lapso de tiempo, creé junto a los cómicos Facu Díaz y Miguel Maldonado un programa de humor, La Tuerka News, porque tengan claro que sin risas nos vamos a la m*****.

 


 

Cómo contactar conmigo:

Podéis escribirme a hjuanatey@huffpost.es. Se aceptan insultos, siempre y cuando tengan cierta gracia. Estoy en X/Twitter (@hectorjuanatey), Bluesky, (@hectorjuanatey.bsky.social), Instagram (@hectorjuanatey) y TikTok (@hectorjuanatey). Lo curioso es que, en el fondo, me gustaría que desapareciera más de una de estas plataformas.