Día de la Tierra: 7 gestos que todos podemos hacer para salvar el planeta

Día de la Tierra: 7 gestos que todos podemos hacer para salvar el planeta

Todos formamos parte del enorme equipo para ayudar a salvar la Tierra. Si quieres aportar tu granito de arena, allá van unas cuantas acciones individuales que pueden marcar la diferencia.

Un extintor trata de apagar el fuego en La TierraPatricia Donohoe

Ayudar a revertir la situación del planeta es responsabilidad de todos, por eso cada 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra para sensibilizar sobre los problemas ambientales a los que se enfrenta el planeta y sus habitantes.

Según el Instituto Elcano, el 81% de los ciudadanos opinan que España no hace lo suficiente para combatir el cambio climático. ¿Y tú? ¿Estás concienciado? Si te estás preguntando cómo puedes ayudar a salvar el planeta, desde El HuffPost te proponemos siete gestos individuales que pueden marcar la diferencia.

1. Medir el consumo de agua 

La sequía es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la humanidad. Además, según el Instituto Nacional de Estadística, el consumo medio de agua de los hogares en el año 2020 -último del que se tienen datos- fue de 133 litros por habitante y día. Para cambiar estos datos hay una serie de medidas que se pueden tomar, como por ejemplo cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes. También es recomendable evitar darse un baño y cambiarlo por una ducha rápida.

Para no gastar tanta agua al tirar de la cadena es recomendable instalar cisternas de inodoro con doble carga que reduzcan los litros dependiendo de las necesidades de cada momento. La OCU recomienda, además, apostar por la eficiencia a la hora de elegir lavadora o lavavajillas, mirando la etiqueta energética para ver el consumo de agua. Del mismo modo, informan de que lavar a mano consume más agua: utilizar el lavavajillas supone un ahorro de 30,6 litros de agua diarios.

2. Las 3 'R': reducir, reciclar y reutilizar

Cada español generó en 2020 una media de 473,3 kilos de residuos urbanos, un 2% menos que el año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística. 

Para continuar disminuyendo esa cantidad hay que poner en marcha las 3 'R' de la economía circular: reducir, reciclar y reutilizar. Su objetivo es "lograr que los materiales circulen de forma infinita, de un producto a otro, de un proceso a otro, y que no lleguen nunca a convertirse en materiales inutilizados”, asegura el experto en suprarreciclaje Christopher Brosse en el libro La basura no existe.

El reciclaje es la acción de las 3 'R' que más interiorizada tenemos desde hace años los ciudadanos: el 83% de los hogares españoles están preparados para reciclar, según Ecoembes. En efecto, de esos 473,3 kilos de residuos por ciudadano que indica el INE, 107,4 se corresponden a recogida separada -28,3 kilos de papel y cartón; 26,5 kilos de residuos de Animales y vegetales; y 17,5 kilos de vidrio-.

3. Controlar las emisiones

Las concentraciones de gases de efecto invernadero son muy preocupantes. Se encuentran en su nivel más elevado en 2 millones de años. Y las emisiones siguen aumentando. Como resultado, la temperatura de la Tierra es ahora 1,1 grados más elevada que a finales del siglo XIX. Así lo revelan las últimas informaciones publicadas por la ONU.

Para reducir las emisiones de gases es recomendable dejar de lado el coche y hacer más trayectos andando o en bici. Si no fuese posible por la distancia a recorrer, la otra opción que puede plantearse es utilizar el transporte público. El vehículo eléctrico es otra de las alternativas para contaminar menos porque producen cero emisiones. No tienen impacto en el medio ambiente, a diferencia de los de gasolina o diésel.

En contraposición se encuentran los aviones, que aumentan la huella de carbono pese a ser una de las formas más rápidas de desplazamiento. Si el mismo trayecto se puede hacer en otro tipo de transporte, como el tren, es recomendable priorizarlo. Tomar un vuelo de larga distancia menos puede reducir tu huella de carbono en hasta casi 2 toneladas de CO2, según la ONU. 

4. Cambiar la dieta

La alimentación influye también en el medio ambiente. La primera recomendación es no desperdiciar comida o tirar la mínima posible. Para ello, es importante calcular bien las cantidades a la hora de cocinar o plantearse la opción de congelar las sobras para reutilizar otro día. Tal y como informa la ONU disminuir los residuos de los alimentos puede reducir la huella de carbono en hasta 300 kilos de CO2 al año.

Es preferible también priorizar el consumo de origen vegetal, como frutas, verduras, legumbres o cereales. Esto se debe a que la producción y distribución de la carne tiene un gran impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero. Las Naciones Unidas manifiestan que cambiar de una dieta mixta a una vegetariana puede reducir hasta 500 kilos de CO2 la huella de carbono al año, o en hasta 900 kilos si es una dieta vegana.

Además, los productos locales y de temporada son más respetuosos con el medio ambiente, por lo que es importante tenerlos en cuenta. Las importaciones de productos de otros países hacen que, pese a tener un precio menor, su consumo sea mucho más contaminante. 

5. Ahorro de energía

A la hora de ahorrar electricidad una de las medidas que propone la OCU es aprovechar al máximo la luz natural y la luminosidad ambiental que proporcionan los colores claros. Las bombillas LED, los halógenos y las luces fluorescentes compactas (CFL) también son una gran ayuda: consumen entre un 25% y un 80% menos energía, duran de 3 a 25 veces más que las convencionales y los precios no son mucho más elevados. 

También es importante elegir electrodomésticos de bajo consumo, lavar la ropa con agua fría o tender la ropa mojada para no usar la secadora. La OCU propone del mismo modo mantener la casa a una temperatura adecuada, en torno a los 20 grados en invierno y los 25 en verano. Afirman que bajando la calefacción a 16 grados durante la noche se puede consumir un 13% menos de energía.

6. Utilizar energías renovables

Las fuentes de energía renovables son mucho más responsables con el medio ambiente. Cambiar el petróleo, gas o carbón por energía eólica o solar puede reducir la huella de carbono en hasta 1,5 toneladas de CO2 al año, tal y como explica la ONU.

El autoconsumo favorece la protección del medio ambiente. Instalar placas solares en los hogares es una inversión sostenible y la mejor opción en un país con tantas horas de sol como España. La OCU sostiene que permite producir al menos el 50% de la energía que necesita un hogar medio, lo que se traduce en un ahorro medio del 60% de la energía al cabo del año. 

7. Apostar por un consumo responsable

La apuesta por la sostenibilidad en el mundo de la moda es cada vez más potente. Inditex, por ejemplo, puso en marcha el año pasado en Reino Unido la plataforma Zara Pre-Owned, para vender, reparar y donar ropa de segunda mano. Y aquí en España ha lanzado recientemente una minicolección de ropa con materiales reciclados procedentes de residuo textil. 

La misma línea sigue H&M, que tiene desde 2013 un programa de recogida de ropa usada. Por cada bolsa llena de prendas de segunda mano que se entrega en sus tiendas, se recibe a cambio un cupón de descuento de 5 euros. En 2020 se recogieron 18.800 toneladas de ropa y tejidos desechados, el equivalente a 94 millones de camisetas.

Las personas que quieren dar una segunda vida a su ropa también pueden acudir a la plataforma Vinted, de compraventa de prendas de todo tipo, o a las swap parties, la mejor forma de renovar el armario de forma sostenible. Se rescata la idea del trueque: un gran grupo de personas lleva sus prendas a un lugar convenido, en el que se catalogan y colocan ordenadamente, y reciben a cambio un ticket para canjearlo por la prenda de otro cliente. 

Pero, sobre todo, la mejor forma de alcanzar un consumo sostenible es ser un comprador consciente. Eso significa no caer en la "moda rápida", utilizar más veces cada prenda y optar por tunear o adaptar la ropa cuando necesite algún retoque.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Tamara González Sánchez es redactora de actualidad en El HuffPost. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Valladolid, con Máster en Reporterismo de Televisión en la Universidad Rey Juan Carlos. Antes de llegar aquí estuvo dos años en RTVE, trabajó en 'La Voz de Medina' y Cáritas Autonómica de Castilla y León, e hizo sus prácticas universitarias en La 8 de Valladolid y 'La Mañana' en La 1.

Puedes contactar con ella en: tgonzalez@huffpost.es