Un simple error tipográfico le salió muy caro a Attila, un conductor húngaro que, el 28 de marzo de 2023, compró por teléfono una pegatina semanal para la autopista D1. 

Aunque escribió correctamente las letras de su matrícula, confundió el orden de los números: en lugar de "581", escribió "851". Este pequeño fallo pasó desapercibido hasta que, una semana más tarde, después de circular por la autopista seis veces, recibió seis multas por uso indebido, informa el medio Telex.

De haber sido notificado a tiempo del error, Attila podría haber corregido la situación con una tarifa reducida de 1470 HUF. Sin embargo, las multas no llegaron a sus manos hasta julio de 2024, casi un año y medio después. Para entonces, las sanciones se habían acumulado hasta alcanzar un total de 450 mil HUF (unos 1.100 euros).

El retraso en la notificación se debió a que el coche utilizado era propiedad de la empresa de Attila, la cual había cambiado de dirección. Aunque el cambio fue registrado oficialmente, Attila no lo actualizó en la matrícula, por lo que la NTPS (operadora del sistema de peajes) intentó, sin éxito, entregar las notificaciones en la dirección anterior.

A pesar de presentar pruebas del error y del traslado de la compañía, las autoridades no aceptaron su apelación y Attila tuvo que pagar la elevada suma. Si el hombre hubiera conocido la situación dentro de los 60 días posteriores, habría tenido varias vías legales para reducir bastante el importe de la sanción. 

Además, la normativa permite presentar una reclamación ante NTPS Ltd. en un plazo de 15 días desde que el afectado tenía conocimiento de la notificación presunta, y como máximo hasta 150 días después de que esta se considerara entregada. Sin embargo, Attila recibió la notificación con un retraso de 450 días, lo que hizo imposible acogerse a este procedimiento.