Désirée y su familia, tras mudarse a Noruega: "Tardamos al menos una hora en coche para conseguir una botella de vino"
Una familia neerlandesa emigró de su país natal en búsqueda de un estilo de vida más tranquilo, aunque lo han conseguido no todo ha sido color de rosas.

Désirée Pruijsten, una neerlandesa, en entrevista con el medio de comunicación griego, Gazzeta, ha hablado sobre su adaptación a Noruega. La mujer se mudó hace un año junto a su esposo y dos hijos a Rendalen, un pueblo el cual cuenta actualmente con una población estimada de 1.846 personas, según el portal especializado City Population.
La familia vive en una casa de madera al lado de una montaña, apuntando a un estilo de vida más calmado. Su pareja, quien ejercía como profesor, trabaja en un supermercado mientras que los demás integrantes de la familia se alista para habitar un glampig.
Los dos niños asisten al Barnehage, la guardería noruega, donde la adaptación es mucho más progresiva que en los Países Bajos. Los padres se quedan con sus hijos desde el inicio y solamente se marchan cuando están realmente preparados.
Los retos de vivir en Noruega
Aunque la familia ha logrado establecer una dinámica de vida más relajada, disfrutando de la naturaleza y las hermosos parajes que Noruega les brinda, no todo ha sido fácil para Désirée y sus seres más queridos. Las temperaturas en el país nórdico pueden llegar a alcanzan los -28°C, hay tormentas de nieve y heladas frecuentemente y se ha vuelto obligatorio el uso de una pala cada vez que salen de casa por las grandes cantidades de nieve que se acumula.
Las labores cotidianas pueden tornarse un poco más complicadas de lo normal, el supermercado más cercano al hogar de la familia está a 15 minutos en coche y comprar una botella de vino puede convertirse en una misión extensa, ya que el alcohol en territorio noruego únicamente se vende en tiendas específicas. "Tardamos al menos una hora en coche para conseguir una botella de vino", manifiesta Désirée.
Noruega: un nuevo comienzo para muchos
El país nórdico se ha vuelto una buena alternativa para muchos ciudadanos europeos, quienes pretenden iniciar una nueva etapa de vida. Algunos aspectos por lo que la sociedad europea está migrando a Noruega son las siguientes: alto nivel de vida, educación y salud gratuita, equilibrio ideal entre trabajo y familia, baja tasa de criminalidad y los paisajes y auténticos.
