Emigración

Seamos egoístas, ayudemos a los refugiados

Seamos egoístas, ayudemos a los refugiados

Cualquiera puede ser un refugiado. Si lo dudas, explórate interiormente y dime sinceramente si tú no huyes de algo que te duele o te da miedo. Ese miedo interno e irracional que todos tenemos, aunque no dé la cara, mejorará con tu buena acción. Sentirás más tranquilidad. Te percibirás como una mejor persona. Por eso te digo: sé egoísta y ayuda a los demás. Hazlo por ti o por ellos, pero hazlo.
Aquí sí hay valla, vaya, vaya

Aquí sí hay valla, vaya, vaya

Nos hemos acostumbrado a las vallas. Como en Melilla, cuya valla cumple 20 años, acumula más de 40 millones de euros en gastos y, aun así, no evitó que 18 subsaharianos la saltasen el pasado seis de febrero; o en Hungría, cuyo Gobierno planea añadir una segunda valla a su frontera sur para mantener alejados a los refugiados procedentes de Serbia y cuyo coste se sumará a los 227 millones de euros que acumula la primera.