Marian Rojas, psicóloga, sobre las personas que no les gusta tener invitados en casa: "Deja de disculparte por necesitar silencio"
El hogar, más que un espacio físico, es un refugio emocional.

En una sociedad que premia la hiperdisponibilidad y la constante interacción social, negarse a recibir visitas en casa puede parecer una rareza. Sin embargo, como señala la psicóloga Marian Rojas, esta actitud no es sinónimo de frialdad ni de aislamiento, sino una forma legítima de proteger el bienestar emocional. "Deja de disculparte por necesitar silencio", resume con precisión Rojas ante una necesidad que muchas personas sienten pero pocas se atreven a expresar.
El hogar, más que un espacio físico, es un refugio emocional. Para quienes encuentran en la tranquilidad su fuente de energía, abrir las puertas a otros puede suponer una invasión, por más cercana que sea la relación. La presencia de invitados altera la acústica, el orden y la rutina, y en momentos de estrés, duelo o simple agotamiento, esa alteración puede convertirse en una carga.
La psicología moderna, influenciada por teorías como las de Carl Jung, reconoce que no todos los individuos se recargan socializando. Algunos necesitan silencio, previsibilidad y control sobre su entorno para recuperar fuerzas. En este contexto, decir "no" a una visita no es rechazo, sino prevención: evitar que la interacción se convierta en una experiencia desgastante para ambas partes.
Además, la presión social —alimentada por redes que glorifican casas llenas y cenas multitudinarias— puede hacer que quienes eligen la soledad se sientan culpables o excluidos. Pero normalizar la diversidad en las formas de relacionarse es clave para reducir el estigma. La comunicación clara, sin excusas innecesarias, ayuda a establecer límites sin herir. Frases como "esta semana necesito descansar" o "mi casa está en modo reposo" son gestos de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
En definitiva, no se trata de evitar el contacto humano, sino de equilibrarlo. Reconocer que el silencio también es salud es el primer paso para vivir con autenticidad y sin culpa.
